Más estudiantes que vecinos: la presión de las residencias de la universidad privada tensiona el mercado de la vivienda en Alfara

Los municipios del área metropolitana de Valencia están asfixiados. El aumento de la población y la escasez de vivienda están trasladando la tensión de la urbe, que expulsa a la población que no puede acceder a los precios desorbitados, a los núcleos urbanos más pequeños y alejados. En el municipio de Alfara del Patriarca, en l'Horta Nord, con 3.500 habitantes, sufren tanta presión como algunos distritos de la capital. Además de recibir población que no puede pagar una vivienda en grandes núcleos urbanos, se suma un elemento extra: la universidad privada CEU-Cardenal Herrera, ubicada en las afueras del término municipal, que ya cuenta con el doble de alumnos que de habitantes el pueblo.

La apuesta por la internacionalización del centro de estudios ha incrementado la presión urbanística en el pueblo, un pequeño municipio de apenas dos kilómetros de término rodeado de huerta valenciana, especialmente protegida. Según sus datos, el CEU contaba con un millar de alumnos extranjeros en 2022, una cifra que según fuentes municipales se ha aumentado en los últimos años. Los estudiantes se alojan en el municipio, que ya cuenta con seis residencias y tiene otras dos más en construcción, además de las habilitadas en localidades vecinas. Los problemas de convivencia -especialmente vinculados al ruido y las fiestas- y la saturación llevaron al Ayuntamiento, del PSPV, a suspender las licencias para edificios residenciales en el casco antiguo hace dos años, y ahora estudian extender esta limitación a todo el término municipal o reservar una zona concreta para que las residencias no ejerzan presión sobre los precios.

Las residencias ofertan habitaciones por más de 700 euros mensuales, superando los mil euros en muchos casos, un importe que lleva a quienes no pueden permitirse esta cuantía a los pisos de alquiler temporal, que a su vez se han encarecido, y así sucesivamente. En los buscadores inmobiliarios no aparece una vivienda en alquiler por menos de 700 euros al mes, en caso de tener una sola habitación, y la mayoría se promocionan como pisos para alumnos del CEU. La universidad no tiene proyecto de residencia propia, apuntan los vecinos.

Alfara apenas cuenta con una treintena de viviendas disponibles, entre promociones de obra nueva, compra de segunda mano y alquiler, con un precio por metro cuadrado como el de algunos distritos de la ciudad. A esta tensión se sumará, en el medio plazo, la que pueda provocar la instalación de una planta de material médico de la multinacional Edwards Lifesciences, que se ubicará en la colindante Montcada.

El municipio ha solicitado la adhesión al Plan Vive de la Generalitat Valenciana y reclama actuaciones en vivienda, según explica el concejal de urbanismo, Julio Berga. En suelo público apenas hay un par de solares, uno de ellos junto al CEU, donde podrían edificarse entre 50 y 60 viviendas, pero necesitan la colaboración de la administración autonómica y estatal. El concejal añade que la fábrica, que reciben con los brazos abiertos, también necesitará de una mejora del transporte público y de las conexiones con la ciudad.

El riesgo de saturación del municipio es patente. Ante ello, Berga explica que han prohibido la reconversión de bajos comerciales en vivienda de uso temporal para que los vecinos no se queden sin comercio, y restringido los usos residenciales terciarios. Pero insiste: “Sin el apoyo de la Generalitat o Ministerio no podemos hacer nada, no podemos acceder a ayudas tan grandes”, en referencia a los fondos europeos.