La Comunitat deberá alcanzar una tasa de reciclaje de envases del 70% en 2025
“Inexorablemente el futuro es cada vez más exigente es materia de reciclaje y será más eficiente quien se anticipe”. Así de contundente se ha mostrado el presidente de la Fundación Renovables y honorífico de Retorna, Domingo Jiménez, quien además fue el primer director de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Jiménes se ha reunido este lunes con al consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, y con el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Àlvaro, para analizar las políticas de sostenibilidad y en concreto del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno de Envases (SDDR) que implantará por ley el Consell en el primer trimestre de 2018.
El presidente de la Fundación ha advertido que el Parlamento Europeo ha incremento las exigencias iniciales en materia de reciclaje de envases: “El Parlamento está proponiendo que el objetivo de cara a 2025 debe ser del 70% y en 2030 del 80% sin contar los impropios, que en el caso de España por ejemplo el polietileno tiene un 45% de impropios, lo que supera lo que proponía inicialmente la Comisión Europea que era del 65% en 2025 y de 75% en 2030 permitiendo un 10% de impropios”.
Así, ha asegurado que es imposible llegar a esas cifras con los actuales sistemas de gestión integrados (separación en contenedores) por más esfuerzo que hagan los ciudadanos. Al respecto, el secretario autonómico ha asegurado que de los 7 millones de envases que se tiran al día en la Comunitat, solo dos van al contenedor correspondiente mientras que cinco acaban en el de orgánicos o tirados por las calles o parajes naturales.
Sobre la oposición de Ecoembes, la organización que gestiona en exclusiva el reciclaje de papel, cartón, plástico y latas a través de puntos verdes (contenedores) y que agrupa a empresas envasadoras y distribuidoras, Jiménez ha opinado que “siempre hay una resistencia numantina al cambio del modelo de gestión y más si los sectores que se oponen están en posición de monopolio”.
Además, ha añadido que, contrariamente al sistema de contenedores, el SDDR aporta “transparencia al sector más opaco que hay en medio ambiente” puesto que con el sistema de depósito “no hay lata ni envase que escape, ni a la entrada ni a la salida de él”. Jiménez ha dudado de las cifras de reciclaje de Ecoembes en materia de envases.
Sobre la implantación del SDDR, Juliá ha asegurado que se implantará por ley en el primer trimestre de 2018 y que todos los sectores implicados en la recogida de envases, tanto grandes superficies como pequeño comercio, estarán obligados a adherirse.
Una vez entre en funcionamiento, los valencianos pagarán 10 céntimos más por los refrescos y bebidas envasados en latas, plástico, briks y vidrio (salvo vino). Esos 10 céntimos les serán devueltos al llevar los envases, en buenas condiciones, a cualquier comercio o plataforma comercial. De esta forma, al contenedor amarillo se seguirán llevando el resto de envases (latas de conservar y otros plásticos que no sean botellas).
A su vez, por cada envase recogido, el comercio recibirá dos céntimos. Según el Consell, una tienda que recoja 150 envases al día recibirá entre 1.500 y 2.000 euros al año, mientras una gran superfice que consiga 3.000 envases diarios, recibirá al cabo del año entre 5 y 6 millones de euros. Además, el SDDR generará unos 1.400 empleos, según un estudio de Comisiones Obreras.
Críticas de Ecoembes al SDDR
Tras tener conocimiento de esta reunión, Ecoembes ha vuelto a mostrar su rechazo ante la imlantación del SDDR un modelo que según han denunciado, castiga económicamente al ciudadano, no es complementario al actual, (duplica infraestructuras), y cuyo éxito, tal como han expresado desde la Consellería, se basa en el fracaso del propio sistema, ya que su financiación se basa en el dinero recaudado de los ciudadanos que no retornan los envases.
Tras 16 años de pedagogía y resultados en la Comunidad Valenciana, Ecoembes quiere seguir apostando por un modelo que funciona pero con margen de mejora que defiende el medio ambiente desde la concienciación y no desde la coacción, y sin penalizar al ciudadano.
Además, sobre los datos de creación de empleo han advertido que no tienen en cuenta los que se destruirían por el descenso del volumen de recogida en los contenedores.