Pere Mayor, histórico dirigente del Bloc Nacionalista Valencià, pactó con la trama del 'caso Azud' unos honorarios por labores de intermediación en un proyecto urbanístico en Burjassot de 12,6 millones de euros, según un informe de la Unidad central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al que ha tenido acceso elDiario.es. El proyecto, en el que estaban implicados el Grupo Eroski y el empresario Jaime Febrer, nunca llegó a prosperar aunque los investigados en la causa hicieron numerosas gestiones ante el consistorio gobernado por el PSPV-PSOE.
La empresa de Febrer pactó con una mercantil de Pere Mayor unos honorarios de 12,6 millones de euros “en concepto de mediación en la operación compraventa” de los terrenos donde la trama pretendía construir un centro comercial y de negocios. Mayor, histórico dirigente del Bloc, ofrecía los servicios de mediación en la operación de compraventa, de asesoramiento tanto urbanístico como técnico y la coordinación con el Ayuntamiento de Burjassot.
La operación nunca se llegó a ejecutar, aunque Mayor propició reuniones con el concejal socialista de Urbanismo y el edil Jordi Sebastià, de su partido y en aquella etapa en la oposición municipal. El fundador del Bloc Nacionalista Valencià no está investigado en la causa y ni siquiera ha sido llamado a declarar como testigo.
Mayor, consultado por este diario, defiende que la operación era “pública” y enmarcada en su labor en la “intermediación”.
Un 10% del valor de los terrenos
La operación suponía rectificar unos terrenos valorados en 54 millones de euros. Para la UCO “resulta reseñable” que los honorarios pactados por Pere Mayor supusieran un 10% del valor de la parcela.
El empresario y el actual directivo del Ivace Jordi Sebastià, de Compromís, se reunieron con el entonces concejal socialista de Urbanismo, el socialista José Ruiz, para tratar sobre el proyecto de centro comercial y de negocios con el Grupo Eroski en el PAI La Capella de Burjassot, tal como informó este diario.
Pere Mayor abandonó la primera línea política tras cosechar varios fracasos electorales consecutivos quedando como militante de base de Compromís, hasta que abandonó la formación por desacuerdos con la estrategia del partido. Sus labores empresariales siempre han despertado recelos entre las filas del valencianismo, especialmente por las tareas de intermediación con la familia Cotino para una operación en Hungría a través de un empresario magiar productor de cine porno y condenado por estafa. Su nombre también salió a relucir en la investigación del 'caso Crespo Gomar', finalmente archivado por prescripción.