Tras la imputación del arquitecto valenciano Santiago Calatrava por el proyecto del Centro de Convenciones de Castellón, una edificio de 60 millones de euros por la que Calatrava cobró 2,7 millones de euros, el president de la Generalitat, Alberto Fabra, aseguraba que demostraría la legalidad del contrato, pese a que ésta nunca llegó a construirse.
Ahora, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón, Amparo Marco, ha criticado las declaraciones del jefe del Consell, que aseguró que era importante para la ciudad, y ha asegurado que Fabra quiere “tomarnos el pelo” justificando el pago de 2,7 millones de euros por una “maqueta”.
Así, ha afirmado que es “normal” que Fabra justifique ese gasto ya que considera que “fue cómplice de las políticas de grandes eventos y despilfarro del expresidente Francisco Camps y del PP siendo alcalde de Castellón”. A su juicio, el president “ha perdido el norte como se ha perdido el dinero del Centro de Convenciones”.
Según Marco, “ese dinero se hubiera podido destinar a diversificar el tejido industrial, en apostar por el conocimiento en la Universitat Jaume I, a mejorar las infraestructuras escolares o al pago de la ley de la dependencia en la ciudad en la que fue alcalde”.
Moribundo político
Por su parte, el diputado autonómico de EU Víctor Tormo se ha referido a la defensa de Fabra del Centro de Convenciones y ha explicado que “sólo puede responder a un moribundo político que no sabe dónde caer para que le dejen en paz las sombras de la sospecha”.
Tormo ha añadido que “si a estas alturas, cuando a su 'arquitecto estrella' todos sabemos que el Consell gobernado por el PP le pagó 2,7 millones de euros por un proyecto fantasma cuando Calatrava cobraba por porcentaje y aumentó la cifra que pedía a más de 30 millones de euros para así aumentar colosalmente sus beneficios, si a estas alturas con un juicio abierto porque la Justicia ve posibles delitos, si aún así Fabra cuando era alcalde de Castellón impulsó el proyecto fantasma del Centro de Convenciones, es que el presidente de la Generalitat está desahuciado y da un salto al vacío para escapar de una dimisión que cada vez es más esperada”.