Las Fallas de València tendrán en el plazo de un año un informe que determinará el impacto económico de estas fiestas, los sectores más beneficiados y el empleo que generan, y sus efectos indirectos e inducidos, a partir del análisis del gasto de los falleros y las comisiones, los visitantes y los excursionistas, así como la administración pública.
Será el primer estudio de impacto de las Fallas que permitirá conocer los efectos económicos que se generan como consecuencia del gasto adicional, igual que ya tienen festivales y eventos culturales y deportivos como el Festival de Cine de Valladolid, la capitalidad europea de Salamanca, el conjunto histórico de la Alhambra, el Festival de Flamenco de Jerez, la Semana Santa de Córdoba o las Fiestas de la Primavera de Sevilla.
En este caso, los autores del informe de las Fallas serán expertos de la Cátedra Mesval (Modelo Económico Sostenible de Valencia y entorno) de la Universitat de València e investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
El equipo lo integrarán José Manuel Pastor, catedrático de Análisis Económico de la UV e investigador del IVIE, como director de la cátedra; Juan Francisco Martínez y Manoli Pardo, del departamento de Dirección de Empresas; y Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico e investigador del IVIE.
El IVIE ya tiene experiencia en este tipo de estudios con la elaboración de informes de fiestas y eventos que se celebran en la Comunitat Valenciana como la Copa del América de València (en 2007), el Gran Premio de Fórmula Uno de València (2010), la Volvo Ocean Race de Alicante (2017), Bous al carrer (2018), la Copa Davis (2018), el 39 Maratón Trinidad Alfonso (2020) y la Ciudad de las Artes y las Ciencias (2019).
El antecedente de 2008
La Interagrupación de Fallas de València elaboró en 2008 el documento 'Estudio del impacto económico y social de las Fallas en la ciudad de Valencia' con el fin de mostrar la realidad de la influencia económica y el beneficio general que aporta el colectivo fallero a la ciudad y que la sociedad valenciana sea conocedor de ello, según recoge en su introducción.
El cálculo que resultó de contabilizar los diferentes gastos (hostelería, transporte, lotería, indumentaria, peluquería, artistas falleros, alquileres, pirotecnia, bandas de música, orquestas, alquiler de carpas, entre otros) y los empleos fijos y eventuales de marzo dio como resultado un volumen de 753,7 millones de euros.
Este análisis de 2008 contempla únicamente los gastos realizados “directos e iniciales” pero no el impacto económico adicional e inducido sobre otros sectores de la economía, según explica a EFE José Manuel Pastor para identificar la primera diferencia con el informe que van a elaborar los expertos en economía.
Estudio promovido por el Ayuntamiento
Por supuesto que el nuevo estudio, promovido por la Concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de València, ofrecerá unas cifras superiores a esos 753 millones. Simplemente por la actualización del IPC y porque se va a tener en cuenta otros gastos que son muy importantes como el que dejan los visitantes, señala.
Además del estudio de 2008, se intentó profundizar en la percepción social del mundo fallero con una encuesta sociológica en 2017 por la que el entonces concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, fue duramente criticado por incluir preguntas sobre intención de voto y creencias religiosas. El alcalde de València, Joan Ribó, tuvo que acudir a declarar ante la Audiencia de Valencia por una denuncia del PP relativa a facilitar información de esta encuesta a la oposición, aunque la investigación finalmente se archivó.
¿Qué analizará el informe?
Pastor considera que ese primer estudio de 2008 fue una iniciativa “loable” y “rigurosa” en cuanto al cómputo pero es un documento de gastos.
El gasto que analizará el informe proviene de los falleros -indumentaria, peluquería, fotografía, restauración-; de las comisiones falleras -presupuesto, carpas, alquileres, luz, impuestos bebida y comida, las flores de la Ofrenda-; de los visitantes -pernoctaciones- y excursionistas -visitantes de un día-; y, por último, de las propias instituciones, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia.
Para saber el gasto que realizan los falleros, se plantea una encuesta telemática por el método “bola de nieve” (se envía, por ejemplo, al presidente o la presidenta de una comisión y este o esta la reenvía a los falleros).
Encuestas a pie de calle
Una parte importante del coste del estudio será las encuestas presenciales a los visitantes y excursionistas, a pie de calle, a una muestra representativa, para saber cuánto gastan y a qué sectores van esos importes.
El resultado que darán todos estos datos interrelacionados (el impacto directo y el indirecto e inducido) será el impacto económico, cuáles son los sectores más beneficiados a nivel desagregado, cuántos empleos generan en estos sectores y los agentes que más impacto generan.
Pero el informe servirá también para justificar las decisiones de inversión privada y pública frente a la sociedad y las administraciones públicas, atraer el interés de patrocinadores y otras fuentes de financiación, mejorar la reputación y el reconocimiento social de la fiesta no solo como patrimonio cultural (la UNESCO declaró las Fallas patrimonio inmaterial de la humanidad en 2016) sino como dinamizador económico de la ciudad.
Para Pastor, es “inexplicable” que las Fallas no dispongan todavía de un estudio de análisis de impacto económico, cuando tantos otros eventos sí lo tienen, y estima que podría estar concluido a finales de 2023.