La fiscal de delitos de odio pide año y medio de cárcel para dos neonazis por amenazar en redes a un activista LGTBI
Siete años después, dos neonazis se sientan en el banquillo de los acusados por los tuits con amenazas de muerte contra el activista LGTBI Fran Pardo. La fiscal delegada de delitos de odio solicita para los dos ultras un año y seis meses de prisión, además de nueve meses de multa con una cuota de 10 euros, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario.
El juicio oral, que se celebra este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 11 de Valencia, se ha suspendido en dos ocasiones. “Siete años en los que he visto cómo mi vida se ha visto condicionada por este miedo constante a que esas amenazas se pudiesen cumplir”, ha dicho Fran Pardo, quien asegura que ha debido renunciar a su libertad para preservar la “sensación de seguridad”.
El escrito de acusación de la Fiscalía sostiene que Rodolfo de Blas Pérez y Sergio Sánchez Moyano, éste último con antecedentes penales posteriores a los hechos, amenazaron al activista LGTBI en cuentas anónimas de la red social Twitter “con voluntad de animar el aborrecimiento y la agresión, física o verbal” tras un tuit en el que Pardo se declaraba “orgullosamente gay, ateo, rojo”. Rodolfo de Blas añadió el comentario “Saco la pipa o a puñetazos?”. Otro usuario anónimo contestó: “A puñetazos, que pegarle tiros no tiene emoción”.
“A lo palomino style”
El otro acusado también tuiteó “a lo palomino style”, en referencia al antifascista Carlos Palomino, asesinado en Madrid el 11 de noviembre del 2007 a manos de un militante neonazi. Posteriormente, el acusado Rodolfo de Blas agregó: “La verdad que ahora tengo más ganas de cagarme en los maricones que antes”.
Como consecuencia de estos comentarios, según reza el escrito del Ministerio Público, otros usuarios de la red social, que no han podido ser identificados, lanzaron amenazas contra el activista LGTBI (“Voy a hacer uso de mi libertad de expresión, te voy a pegar cuatro tiros y el remate final en la cabeza”, decía uno de ellos).
La Fiscalía considera que los acusados son autores de un delito de incitación al odio utilizando internet, según el artículo del Código penal vigente en el momento de los hechos. La fiscal de delitos de odio también solicita la retirada definitiva de la res social de los comentarios y pide que se les requiera a los acusados una fianza para garantizar las posibles responsabilidades en concepto de multa.
“Odio irracional”
El activista ha explicado que su vida se vio condicionada por las amenazas, producidas entre 2013 y 2015, cuando tenia entre 16 y 18 años. “Cada vez que llegaba a casa de noche era prácticamente un logro”, asegura. “Y todo por ser quién soy, por el odio irracional de algunos”, añade.
“Casi siete años después estamos un poquito más cerca de conseguir que estas amenazas, que el odio insano de la extrema derecha en internet, no se queden impunes como en tantísimas ocasiones hemos visto”, afirma Fran Pardo. El activista denunció más de una veintena de tuits amenazantes.
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