La Fiscalía pide dos años de cárcel a un teniente coronel de la Guardia Civil por almacenar pirotecnia sin seguridad

Lucas Marco

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Un teniente coronel de la Guardia Civil en la reserva y su hijo almacenaron en un céntrico bajo rodeado de viviendas en Paiporta, un municipio valenciano de 26.567 habitantes, abundante material pirotécnico en malas condiciones de conservación y sin las medidas de seguridad adecuadas. Una situación potencialmente explosiva, según la Fiscalía, que solicita dos años de prisión para ambos como coautores de un presunto delito de riesgo por materias que puedan causar estragos, además de una multa y de nueve años de inhabilitación especial para el ejercicio de funciones de encargado o técnico y de actividades de representación o dirección de empresas de pirotécnica o explosivos.

P. P. V., de 65 años, y su hijo A. P. P., de 33, se sientan este miércoles en el banquillo de los acusados ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de València. El teniente coronel del instituto armado, en situación de reserva, fue responsable de la Intervención de Armas y Explosivos de la IV Zona de la Guardia Civil, correspondiente al territorio valenciano, entre 2007 y 2009. También es titular del carnet de experto en el manejo de artefactos pirotécnicos.

La causa se inició en 2020 tras un oficio de la Sección de Información de la Guardia Civil a raíz de los controles operativos en el bajo de Paiporta. El 5 de octubre del 2002, el Juzgado de Instrucción número 2 de Torrent acordó la entrada y registro del local, donde fue hallado “gran cantidad de producto elaborado y de material para la confección de las cargas” en “mal estado de conservación” y en un espacio con “gran acumulación de humedad”, según el Ministerio Fiscal.

Los acusados, mediante una empresa dedicada a la fabricación de dispositivos y mezclas químicas para su uso como producto pirotécnico u otros para la fragmentación de roquedo y demoliciones tanto en minería como en obra civil, comercializaba 'Plasma Expansor' y 'PBC Expansor'. Se trata de productos usados para el rompimiento de roca, hormigón y movimiento de materiales en obras civiles. La mercantil, domiciliada en una céntrica calle de València, forma parte de la Asociación Nacional de Empresas de Voladuras y Explosivos.

El teniente coronel en la reserva y su hijo adquirirán la materia prima a una fábrica de productos químicos y lo transportan hasta un taller de pirotecnia en Turís (València). Ambos acusados efectuaban las mezclas de materia prima para llevarlas luego a en bidones metálicos hasta el local localizado en Paiporta, un bajo de un bloque de viviendas en pleno casco urbano. Todo ello, destaca el escrito de acusación de la Fiscalía, “sin observar medidas y condiciones de seguridad”.

“El local se hallaba ubicado en una calle rodeada de viviendas por todos sus flancos, en la parte superior y en sus laterales, frente a un parque público, en una transitada arteria de la localidad de Paiporta”, abunda el Ministerio Público. 

“Riesgo potencial de explosión”

La acusación pública considera que padre e hijo “no adoptaban medidas de seguridad adecuadas al material manipulado” ni contaban con bombos para la elaboración de las mezclas, básculas para pesar porcentajes u otros utensilios necesarios.

“En el suelo del local se encontró esparcida gran cantidad de la mezcla explosiva, mucha humedad y polvo en suspensión, lo que en caso de chispa, llama o fricción podría haber provocado la explosión del producto con graves consecuencias para las personas residentes en el bloque del edificio e inmuebles contiguos”, agrega la Fiscalía.

Sobre el 'Plasma Expansor', el Ministerio Fiscal recuerda que “existía un riesgo potencial de explosión como consecuencia de posibles incendios en el local en el que se almacenaba”. El magnesio, agrega el escrito, es altamente inflamable. “Puede incendiarse espontáneamente en contacto con aire y humedad, produciendo humos irritantes o tóxicos”, concluye la Fiscalía.