FOTOGALERÍA | Los exilios de Josep Renau

Lucas Marco

10 de julio de 2021 22:32 h

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Josep Renau (València, 1907 - Berlín Este, 1982) fue un cartelista excepcional, un muralista de talla internacional y un ortodoxo comunista hasta el final de su vida. Su compromiso con la II República lo llevó a un largo exilio, primero en México y luego en la República Democrática de Alemania, que no hizo sino multiplicar su magnética obra, perfeccionar su técnica y dejar una huella perdurable entre lo mejor de la intelectualidad comunista del siglo XX. El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) inaugura la exposición Los exilios de Renau, abierta al público hasta al 9 de enero de 2022, que pone el foco en la obra realizada en Ciudad de México (1939-1958) y, posteriormente, en la Alemania oriental (1958-1982).  

El conservador del IVAM Joan Ramón Escrivá, comisario de la exposición junto con Josep Salvador, reconoce la “deuda histórica con la figura de Renau”, con una presencia “intermitente pero constante” en el museo valenciano, que conserva los fondos del artista. “Necesitábamos un proyecto de mayor envergadura que revisara aspectos que no se han tratado suficientemente”, explica Escrivá a elDiario.es.

La muestra, que incluye el muralismo de Renau en México, su serie The American Way of Life y el arte en la calle en la etapa alemana, “pone el foco en el contexto de su época, con materiales documentales que nos ayudan a entenderlo mejor”. La exposición también incorpora obras de artistas coetáneos como el mexicano David Alfaro Siqueiros, el soviético Alexander Zhitomirsky o el fotomontador alemán Dieter Urbach. Además, la exposición reivindica “firmemente” la figura de la artista Manuela Ballester, primera esposa de Renau y hermana del escultor Antonio Ballester. La pintora, cartelista y escritora fue otra figura excepcional de la izquierda comunista.

“Hemos querido ampliar un poco más el foco análisis”, sostiene el comisario de la exposición. El artista valenciano llegó en junio de 1939, pocos meses después del final de la Guerra Civil, a México, país que acogió a gran parte del exilio español y en el que Renau inició una colaboración con el muralista David Alfaro Siqueiros, al que había conocido en su ciudad natal durante la contienda mientras el mexicano combatía contra el bando sublevado. 

La obra más emblemática de esta excepcional colaboración fue el mural Retrato de la Burguesía, reproducido en la exposición del IVAM, un encargo del Sindicato Mexicano de Electricistas realizado por Siqueiros, Renau y los artistas mexicanos Antonio Pujol y Luís Arenal. “El contacto con Siqueiros marcó rotundamente la obra de Renau, lo reconoce en sus escritos, y le fue como anillo al dedo porque ya tenía una larga trayectoria como fotomontador”, declara el comisario de la exposición, quien destaca el trabajo colectivo con técnicas modernas de fotomontaje. Escrivá subraya las “sofisticadas técnicas de análisis del espacio y del comportamiento del espectador dinámico”.

Josep Renau, más allá de su colaboración con Siqueiros (un comunista tanto o más ortodoxo que él, con un papel muy relevante en los intentos de asesinato de Trotsky teledirigidos por Moscú), también tuvo que ganarse los garbanzos con el taller Estudio Imagen / Publicidad Plástica, entre 1950 y 1958, para realizar obra comercial con su familia más próxima y algunos colaboradores externos. El taller dio pie a una notable producción de cartelería de películas cinematográficas

La experiencia con Siqueiros también propició “nuevas maneras de entender la práctica de la pintura mural al servicio de la construcción del socialismo”, comenta Escrivá, quien incide en el modelo de trabajo colectivo que más tarde exportó Renau a la Alemania socialista. “Renau se va a Alemania por la construcción de una sociedad socialista, no sabía nada de alemán, fue decisión bastante arriesgada”, recuerda el conservador del IVAM. En Berlín Este, se convierte en un “funcionario artista” ante el interés de los gestores culturales de la RDA en sus fotomontajes. “Hay una dialéctica interesante entre los intereses artísticos de Renau y los intereses de muchos burócratas del socialismo que no entendían sus propuesta”, advierte Escrivá.

“Su técnica muralista en Alemania adquirió mucha sofisticación por esos equipos que era capaz de crear, dejó una obra que sigue teniendo muchísima vigencia por la resolución formal de las técnicas, solía utilizar murales cerámicos propios de la tradición valenciana”, explica el comisario de la muestra, quien alude también al “análisis del espacio, de la atmósfera y de los cambios lumínicos” por parte de Renau.

La exposición del IVAM incluye un seminario internacional sobre Josep Renau, dirigido por Jordana Mendelson y que se celebrará en octubre, y un proyecto de ocupación mural participativa llamado Torna, Renau!. No se la pierdan.