Francisco Cardona: “Ni Federico Trillo podría llegar a más siendo Hijo Adoptivo, ni Alcoy a menos”
No fue un accidente. Ese término lo desterró Francisco Cardona cuando comenzaron a brotar las numerosas irregularidades que pusieron fin a la vida de 75 personas, 62 de las cuales eran militares españoles a bordo del Yakovlev 42 en la noche del 26 de mayo de 2003. “Un accidente es algo que ocurre de forma imprevisible, pero lo del Yak se podía haber evitado”.
Paco, como todo el mundo lo conoce en Alboraia (Valencia), también avisa al principio de la entrevista de que sus declaraciones las firma “más como un padre” que como el vicepresidente de la asociación víctimas. Padre de tres hijos, uno muerto en el monte turco de Pilav cuando solo tenía 28 años. Ahora que se van a cumplir 15 años de la tragedia y él roza los 70, sigue recordando como el primer día a la cantidad de amigos que fueron al funeral y lloraron la pérdida de un chico “enamorado de la vida” ante un cuerpo que no era el suyo, pese a que le dijeran que se trataba de Francisco José Cardona Gil, sargento del Aire.
Con voz tensa y fuerte, nos atiende antes de participar en las jornadas que Guanyar Alcoi organizó este sábado para generar debate sobre la gestión que protagonizó el exministro de Defensa Federico Trillo, del que ha sido el suceso más doloroso del Ejército de España en tiempos de paz. La intencionalidad, en último lugar, de esta agrupación en la que están Podemos e Izquierda Unida es la de presionar para que avancen los trámites enquistados que a día de hoy siguen otorgando al político de Cartagena el título de Hijo Adoptivo de la localidad alicantina.
“Que ¿qué opino? Pues que Trillo no podría llegar a más que a Hijo Adoptivo, ni Alcoy a menos”. Dicho queda. Atrás quedan los últimos intentos de retirarle la distinción, frenado el del mes de diciembre de 2017 por la amenaza del que fuera presidente del Congreso de llevar al gobierno local socialista a los tribunales. “Ni recuerdo el número de veces que Trillo me ha amenazado a mí también por todo lo que digo de él -recuerda Cardona- pero no se atreve”.
El exministro, en cambio, sí que tuvo que renunciar al cargo de embajador de Londres por el demoledor informe del Consejo de Estado que atribuyó al ministerio que él dirigía responsabilidad patrimonial en el siniestro. La paradoja quiso que Trillo ingresara pocos días después en su plaza de letrado en dicho órgano consultivo.
“Alguien de este gobierno sabe dónde están los contratos del Yak, pero no quieren sacarlos porque hay una irregularidad constante desde que el gobierno comienza la contratación con Chapman Freeborn, que era el contratista de la agencia NAMSA de la OTAN -encargada del traslado de las tropas-”. Entramos en materia. Cardona se refiere al “oscurantismo” que envuelve este asunto tras solicitar la documentación de las cinco subcontratas de la compra y gestión del Yak siniestrado. “De cinco solo apareció una en el extranjero y el precio estaba tachado con típex”, afirma en alusión a los intentos del sucesor en la cartera de Defensa, José Bono, de aclarar lo ocurrido. “A mí una funcionaria de Defensa me dice que los contratos están en un cuarto oscuro, en la cuarta planta del ministerio de Defensa y nada”, asume con resignación.
Es por ello que se pregunta, “¿Quién se ha quedado con los 110.000 euros” que figuran como importe por fletar el avión? Desde la asociación de víctimas reclaman la intervención del Tribunal de Cuentas “para que examine los movimientos contables” de cuando se realiza el contrato y ver si esa partida está consignada en los pagos del ministerio de Defensa y dónde se han continuado los pagos que revelarían sobrecostes. “Ahí se destaparía si realmente ha habido una malversación de fondos públicos, que es lo que parece”, sentencia.
Paco Cardona cree que al final se destaparán sus dudas al respecto (“otra cosa es que yo llegue a verlo”), de la misma forma que acabó sabiéndose de la existencia de catorce quejas emitidas por militares españoles que advertían de los problemas que arrastraba el Yak-42 y que si se hubieran atendido este artículo no existiría. O de la irregularidad sobre los seguros obligatorios no suscritos por el Estado para los pasajeros del vuelo; por no mencionar las falsificaciones en la identificación de 30 cadáveres por las que la Audiencia Nacional condenó a dos oficiales que el gobierno de Rajoy posteriormente indultó en 2012.
“Harto de las mentiras” y del “maltrato” sufrido durante estos tres lustros, el último ante el nombre elegido por el hijo de Trillo para su banda musical ‘Modo avión’, “una forma sutil de ofender”, valora el giro imprimido por la ministra de Defensa María Dolores de Cospedal hace ahora un año atendiendo, como todavía no ha hecho Trillo, a las víctimas y prometiéndoles una investigación para encontrar los contratos. “Pero por mucho que el gobierno no asuma responsabilidades políticas no nos sentiremos resarcidos”. Bueno, el máximo responsable Federico Trillo, no parece decidido a asumirlas, le decimos. “Es que el máximo responsable no era el ministro de Defensa –contesta- sino el presidente del Gobierno, y el vicepresidente de entonces –Mariano Rajoy- que actualmente sigue diciéndonos que él no sabía nada”.