La Fundació Vives que impulsó el ala cristiana del PP valenciano con cuantiosas subvenciones públicas vive sus horas más bajas desde su creación. El que fuera “think thank” impulsado por el exviceprsidente del Consell y expresidente de las Corts Valencianes Juan Cotino y referentes del sector más religioso del partido como Miquel Domínguez ha reducido su actividad a la mínima expresión. Tanto que el pasado mes de diciembre se vio obligado a vender su sede -un edificio de dos pisos en el carrer de Dalt del barrio de El Carme, en Valencia- ante la imposibilidad de abonar la hipoteca que había contraído para comprarla. En la actualidad su actividad se reduce a la organización de un curso de liderazgo bajo el paraguas de la Universidad Católica de València, una entidad dependiente de la Iglesia y que también recibió todo el apoyo del Consell en la época de Francisco Camps.
La venta es una verdadera metáfora de lo que está ocurriendo en el centro de València. Lo que fue un edificio para albergar conferencias y cursos de formación se ha convertido en apartamentos turísticos. Así, en la actualidad se pueden ver en las antiguas rejas de los balcones toallas y ropa interior secándose al sol de la ciudad. Habitaciones a 45 euros el día con todas las comodidades. Sólo sigue vacía la planta baja donde todavía está presente la placa de la Fundació Vives.
La entidad nació hace ahora casi veinte años al calor de los distintos Consells del PP aunque tuvo su mayor relevancia con los de Francisco Camps. Hasta 2013 sólo con subvenciones de Presidencia había recibido más de 233.000 euros. Fue con la llegada de la crisis y la presidencia de Alberto Fabra que las ayudas se acabaron. También influyó y mucho en esos años la pérdida de influencia en el PP del sector cristiano. Fabra y su equipo de tecnócratas quitaron mucha de la pátina ideológica que sí que había imprimido Francisco Camps con el liderazgo y apoyo económico de Juan Cotino.
La fundación llegó a convertirse en la primera década del 2000 en un referente y grupo de presión dentro del PP. Muchos de sus afines llegaron a plantear batalla para controlar Nuevas Generaciones. Conferencias y cursos de formación en liderazgo para las bases y los cuadros del partido fueron principalmente sus cometidos. Eso sí, mucha esperanza en la iniciativa tuvieron sus impulsores puesto que llegaron a comprar un edificio en el barrio de El Carme para el que suscribieron una hipoteca. La crisis y la reducción de las ayudas públicas han acabado con este sueño de los políticos cristianos del PP valenciano.
Actualmente, la única actividad que realiza la Fundación Vives para el Humanismo y la Solidaridad es el Curso de “Liderazgo en los Nuevos Retos Sociales”. Aunque todavía sigue algún miembro del PP en el patronato, la entidad está totalmente desvinculada del partido. De hecho en su patronato actual hay empresarios, profesionales liberales y funcionarios de la administración.