La Generalitat parece decidida a no cumplir el límite de déficit fijado por la administración central -el 0,3 de la riqueza o PIB valenciano- a pesar de las amenazas del Ministerio de Hacienda, que se plantea intervenir contra aquellas autonomías -como la Comunitat Valenciana- con las cuentas descontroladas.
Así lo ha asegurado el conseller de Hacienda, Vicent Soler, quién no descarta presentar al estado unas cuentas donde los gastos superen a los ingresos en mayor medida de lo previsto por el ministro del ramo, Cristobal Montoro. El argumento de la Generalitat es doble.
En primer lugar, la política de austeridad ha ido demasiado lejos. “Ya le dije a Montoro que recortes ni uno porque estamos en el límite. Nuestro problema no es de recortes. Ya hemos hecho demasiados. El 20% en cuatro años, los más altos de España, lo que ha afectado a los servicios básicos de los ciudadanos”, asegura Soler.
En segundo, la necesidad de repartir el ajuste entre la administración central y las periféricas, que ahora, según Soler, son las que cargan con la mayor parte de la austeridad. “El esfuerzo que se pide a las comunidades autónomas, que son las que prestan servicios básicos como la educación, la sanidad y los servicios sociales, es exagerado en comparación con el que hace el Estado, que presta el servicio relacionado con la Seguridad Social”, dijo el conseller tras una reunión con el ministro y el resto de consejeros de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Con esas bazas, y la necesidad de presentar un presupuesto realista, sin “artificios contables” - el PP presupuestó “1.500 millones de ingresos que no eran reales”, dice- Soler ya ha insinuado al gobierno Rajoy que el nuevo Plan Económico Financiero no respetará el déficit marcado por el estado para cumplir con la Unión Europea.
“El plan que vamos a presentar será realista, con las consecuencias que ello tenga. Y el señor Montoro tendrá que valorarlo políticamente, que es la única manera de abordar estas cuestiones”. En el Consell dan por seguro que Montoro no se atreverá a intervenir la Comunitat Valenciana a la puerta de las elecciones, especialmente porque la quiebra técnica de la Generalitat se ha producido por y durante 20 años de gobiernos del PP.