La Generalitat ha ocultado a la opinión pública otro pago en su condición de avalista del préstamo que la Fundación del Valencia Club de Fútbol suscribió con Bancaja (ahora Bankia) para acudir a la ampliación de capital del club lanzada en 2009, cuando Francisco Camps era presidente del Consell.
Concretamente, según la cadena SER, el gobierno autonómico abonó a Bankia 4,2 millones de euros en diciembre de 2013. La Fundación del club, como ya había sucedido una vez, no hizo frente a uno de los plazos del préstamo.
Antes, y en virtud del primer impago, la Generalitat también había abonado 4,8 millones al banco nacionalizado. En total, ha gastado 9 millones de euros por los avales al Valencia. Considerando todos los equipos valencianos, la Generalitat ha perdido más de 30 millones en avales a clubs de fútbol.
Una operación opaca
El pago de estos 4,2 millones ha generado extrañeza en círculos políticos y financieros. El Valencia está en venta, y tanto según Bankia como la Generalitat, que están pilotando la subasta, el eventual comprador del club devolverá todo el dinero gastado por la Generalitat (los 9 millones comentados) y le liberará del aval en cuestión, de 81 millones.
Por ello, no tiene sentido –se espera que el club tenga nuevo dueño el próximo junio- que Bankia haya exigido al gobierno valenciano el pago de un plazo que podrá cobrarse en breve.
En cualquier caso, el pago desvelado por la SER habría sido ocultado a la oposición y a la opinión pública. Por ejemplo, hace sólo una semana, el director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el banco de la Generalitat, no lo citó en su comparecencia en las Corts Valencianes.
La Generalitat ha enterrado al menos 350 millones en los clubs valencianos más importantes.