La Conselleria de Gobernación entrega este martes sus I Premios Taurinos 'Va de bo', unos premios que ha creado de nueva planta el gobierno de Alberto Fabra y que se entregan en plena precampaña electoral, buscando votos en el caladero del sector taurino. Estos premios distinguiran en su primera edición a Enrique Ponce en la categoría de Espectáculos taurinos en plazas de toros, y a Manuel Vicent en la categoría de Festejos taurinos tradicionales.
Con estos premios el PP hace gala de su redoble de esfuerzos para externalizar su apoyo al mundo de los toros, apoyo que ha querido rentabilizar a la búsqueda de votos encendiendo la confrontación con un tema polémico en una sociedad que se divide entre partidarios y detractores. Así hay que contextualizar esta ola de apoyo del PP a los festejos taurinos en un momento precisamente en el que no se halla en declive, todo lo contrario, gracias a la promoción de la Generalitat durante los últimos 5 años sus celebraciones han crecido en un 50% en todo el territorio.
La Generalitat Valenciana hace un año anunciaba la creación de una asignatura escolar en la que pretendía divulgar el 'ADN valenciano', asignatura en la que se desprendía se darían nociones de tradiciones como los 'bous al carrer', hecho que provocó las críticas de diversos sectores. Esta situación llevó al punto de que Esquerra Unida presentó en las Corts una propuesta por la que se pedia directamente la prohibición de los 'bous al carrer' por su peligrosidad. Esto provocó el rechazo de plano del PP, y la consiguiente campaña de reacción, una ofensiva de apoyo a la fiesta que se ha alargado hasta estos días.
En esta campaña protaurina el PP calificaba a la izquierda de “antivalenciana” y de “ir contra la fiesta y las tradiciones”. Así contraatacó con otra iniciativa parlamentaria de protección de los 'bous al carrer' en la que consiguió llevarse por delante al PSPV, así los socialistas, con libertad de voto, se dividieron entre los que votaron junto al PP, algunos que votaron en contra junto con Esquerra Unida y Compromís, y otros con votos nulos y abstenciones.
Pero esto era sólo el principio, en la Ley de Señas de Identidad que la Generalitat se sacó de la manga el PP incluyó los festejos taurinos en un lugar preferente, como una seña identitaria valenciana no sólo a proteger sino a promocionar, y que tenía que ser declarada como Bien de Interés Cultural. La ley en su conjunto ha recibido las críticas no sólo de la oposición, también de otras instituciones como las universidades, el Consell Valencià de Cultura (CVC) o la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), pero especialmente las críticas se han dirigido a que dicha ley contempla la creación de un observatorio calificado de 'inquisitorial'. Este estará integrado por entidades conservadoras afines al PP -como ha reconocido el Consell-,y entre ellas estaran las peñas taurinas, por ellco, con su capacidad de aconsejar la no financiación de proyectos que 'atenten' contra las señas de identidad, podrá vetar a los colectivos que se manifiesten o promuevan actividades contrarias a los 'bous al carrer'.
Durante los últimos meses las principales acciones de apoyo del PP al mundo taurino ha sido aparecer en primera fila en la manifestación protaurina celebrada en Castellón, y el anuncio de la creación de una tramitación 'express' para acelerar y facilitar la celebración de estos festejos.