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Gerardo Camps: sashimi, chupitos y hasta propinas a cargo del contribuyente

La Conselleria de Economía y sus organismos asociados cargaron 553.000 euros en comidas de lujo a la administración entre 2007 y 2011, cuando la economía española entró en barrena (el paro aumentó del 8 al 22%) y la Generalitat rozó la quiebra. Gerardo Camps, diputado del PP en la legislatura recien finalizada, era vicepresidente de la Generalitat y responsable de ese departamento en aquella época.

Según José Muñoz, el dputado del PSPV-PSOE, que ha denunciado el caso, Camps y sus subordinados de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (SPTCV), la encargada de los grandes eventos, y la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el megalómano complejo diseñado por Santiago Calatrava en Valencia, “vivían a cuerpo de rey a costa de los valencianos”.

Cargaban hasta las propinas y los chupitos, según los socialistas, que dicen estar investigando miles de facturas. En las aportadas a la prensa, el cubierto medio supera ampliamente los 30 euros. Todos los gastos se pagaron a través de la caja fija, la partida que sirve para afrontar gastos inesperados o puntuales como taxis, dietas o materiales de oficina sin control presupuestario previo. En su día, los partidos de izquierdas llegaron a equiparar ese mecanismo con una caja black del PP.

Burdeos in love: 125 comidas en un solo año

Camps autorizó con su firma hasta 42.000 euros en ágapes. En el torrente de facturas, destacan las giradas por Burdeos in Love, un restaurante de Valencia que estaba a 220 metros de la sede de Economía y Hacienda: El exvicepresidente, u otros cargos de su conselleria, autorizaron pagos de 125 ágapes diferentes en ese establecimiento en un sólo año. Sistemáticamente consumían vino valenciano de nivel (botellas de 27, 28, 30 y hasta 40 euros) y otras delicatessen, como sashimi o agua mineral gourmet, a cinco euros la unidad. Según algunas webs de gastronomía, el cubierto medio en el local era de 36 euros.

Muñoz ha cargado contra el “despilfarro, corrupción y caradura” de Camps y ha retado al PP valenciano a demostrar su regeneración en las listas para las elecciones del 26 de junio, donde, asegura, no debería estar la antigua mano derecha de otro Camps, Francisco.

Camps ya ha sido criticado por, comidas aparte, otros gastos aparentemente suntuarios.