El Gobierno deniega la protección internacional al activista y exmilitar argelino encerrado en el CIE de Valencia

El Ministerio del Interior ha denegado la solicitud de protección internacional que pidió el activista y exmilitar Mohamed Benhlima desde el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Valencia. El equipo jurídico que asiste a Mohamed Benhlima, según han informado fuentes de la campaña CIEs No, ha pedido el reexamen de la solicitud para cuyo estudio el Gobierno dispone de dos días.

En caso de inadmisión, la única vía que le queda al activista argelino es el recurso frente a la resolución. Se trata de la segunda petición de asilo que Benhlima formula en España tras haber huido de su país a raíz de su participación en el movimiento popular Hirak y sus denuncias en redes sociales sobre presuntos casos de corrupción en el Ejército.

El activista, tras haber pasado por Francia (país que también rechazó su solicitud de asilo), fue detenido en Zaragoza el pasado 14 de marzo e ingresó dos días después en el CIE de Zapadores, en Valencia. Amnistía Internacional y la campaña CIEs No apoyan su petición de asilo y consideran que corre peligro, en caso de deportación, de ingresar en una prisión militar y sufrir torturas.

El caso de Mohamed Benhlima es muy similar al de su compatriota Mohamed Abdellah, deportado a Argelia desde el CIE de Barcelona y encerrado en una prisión militar de Argel, donde ha denunciado haber sufrido torturas.

Denuncias de corrupción en YouTube

El activista y exmilitar, con un canal de YouTube con 152.000 suscriptores en el que denuncia presuntos casos de corrupción en el Ejército de Argelia, relató a este diario que trabajó como conductor de altos mandos militares en su país. “Denunciar la corrupción de los jefes del Ejército fue un paso muy peligroso”, reconoció el activista.

Los plazos para obtener la protección internacional por parte del Gobierno se reducen, con el contexto añadido del volantazo en materia de política exterior del Ejecutivo de Pedro Sánchez con el Sáhara Occidental y el trasfondo de la respuesta por parte de Argelia, uno de los principales suministradores de gas a España.

“Si me deportan a Argelia estaré en una cárcel militar bajo tortura”, dijo por teléfono desde el CIE de Zapadores.