El Gobierno valenciano se encuentra en estos momentos de visita por Canadá en una misión con empresarios en busca de negocio y contratos para la Comunitat Valenciana. La expedición nace tras la aprobación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el país norteamearicano y que estuvo a punto de no ser ratificado en España por la abstención del PSOE, que con la llegada de Pedro Sánchez cambió la postura de estar a favor a recelar del mismo.
La expedición político-empresarial ha sido liderada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Economía, Rafa Climent, de PSOE y Compromís, respectivamente. Los políticos han ido acompañados por el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, y de representantes de grandes empresas del territorio como Porcelanosa, Air Nostrum, Cotoblau, Sistemas Genómicos o Agua de Valencia.
Llama la atención la visita de la delegación valenciana por la oposición que sus partidos han mostrado con el CETA. El PSOE de Pedro Sánchez se abstuvo en el Congreso a su ratificación pese a haber estado en las negociaciones y Compromís directamente votó en contra, tanto en el Parlamento español como el el Parlamento Europeo.
El eurodiputado de la coalición valenciana Jordi Sebastià, del mismo partido de Climent, aseguró que las “dinámicas” de estos tratados destruyen los derechos de los ciudadanos y “son una amenaza para los estados democráticos”. Es más, atribuía la subida de la extrema derecha en Europa a las repercusiones que generan tratados de libre comercio como los que plantea el acuerdo con Canadá.
Al contrario que sus socios de gobierno ha actuado Ximo Puig, un firme defensor de los acuerdos de libre comercio, en la estela de algunos de sus referentes como Jordi Palafox u otros intelectuales valencianos. Puig recibió con entusiasmo al embajador de Canadá en València nada más firmarse el CETA. Puig está convencido de las bondades del acuerdo con un país de fuertes raíces socialdemócratas y muy abierto tras haber acogido a más de 40.000 emigrantes sirios, veinte veces más que España.
Tras este viaje no acabará la polémica puesto que sus socios parlamentarios de Podemos ya solicitaron un informe al Gobierno valenciano sobre el impacto que el CETA puede tener en la Comunitat Valenciana. Tras la aprobación de este tratado, la exportación valenciana se ha disparado un 30 %. En Podemos no ven con buenos ojos esta visita, lo que puede tensar más la situación tras su abstención en la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat de 2018.
Durante la visita, el Twitter oficial de la Generalitat publica numerosos comentarios en favor del CETA, la caída de aranceles y la posible apertura de negocio para las empresas valencianas: “En la cerámica, la caída de los aranceles va a suponer nuevas oportunidades para todo el sector, según Ximo Puig”, reza uno de los comentarios.