El presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, preside este jueves la reunión de la mesa interdepartamental a la que también asistirán la vicepresidenta, Mónica Oltra, el vicepresidente Rubén Martínez Dalmau y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, entre otras autoridades, para decidir los detalles del inicio de la desescalada que arrancará de forma efectiva el próximo 2 de marzo.
Pese a que algunas cuestiones generales ya se han hecho públicas en los últimos días, no son pocos los flecos que quedan por concretar y que a buen seguro generarán debate entre los diferentes patas del Botànic. Hasta el momento, tanto Compromís como Podem se han mostrado partidarios de tomar medidas restrictivas más contundentes, mientras el PSPV ha tratado de ser más contemporizador.
Así pues, de entrada todos parecen coincidir en un criterio marcado por los epidemiólogos de Salud Pública, en el sentido de empezar a flexibilizar medidas en todo lo que tenga que ver con actividades al aire libre, mientras que se recomienda prudencia para abordar la situación de las actividades en interior.
Bajo este parámetro, tal y como informó elDiario.es, ya se ha trasladado a los sectores implicados algunas cuestiones. Por ejemplo, en el caso de la hostelería, podrán abrir sus terrazas de forma parcial a partir del día 2 de marzo y en el caso de las actividades deportivas, también se recuperará la actividad de aquellas que se realicen al aire libre.
Además, Puig también dejó entrever recientemente que se levantarán los cierres perimetrales de las ciudades de más de 50.000 habitantes, por lo que este fin de semana sería el último de confinamiento en las grandes capitales si finalmente se aprueba la medida.
A partir de ahí, los socios del Gobierno valenciano deberán de ponerse de acuerdo en los aforos y horarios tanto de los estblecimientos hosteleros como del comercio, en si dan alguna alternativa a las actividades en espacios cerrados (bares sin terraza o gimnasios) y en si mantienen las limitaciones de reuniones entre no convivientes.
En el caso de la hostelería, la idea de partida es que tan solo se puedan abrir las terrazas al 50% y hasta la media tarde (entre las 17.00 y 18.00 horas), pero el sector pide que se puedan abrir con los aforos máximos que les permita guardar las distancias de seguridad y con el mismo horario del toque de queda, es decir, hasta las 22.00 horas.
Además, solicitan que puedan agruparse hasta seis personas en una misma mesa y que el interior de los locales se pueda abrir a los clientes con un aforo del 30%, teniendo en cuenta que 8.000 negocios de la Comunitat carecen de la posibilidad de instalar mesas y sillas en la calle.
Por su parte, el comercio pide volver a su franja horaria habitual de cierre a las 20.00 horas, así como contar con un mayor aforo del 50%, en lugar del 30% actual, algo sobre lo que la interdepartamental también deberá de adoptar una decisión que aún no está ni mucho menos tomada.
En cuanto a la prohibición de reuniones entre no convivientes, una medida impulsada sobre todo por la parte de Compromís, una de las cuestiones a analizar y que determinará si se le da continuidad es si sigue teniendo encaje legal teniendo en cuenta que se permitirá la apertura de terrazas, puesto que se podría resultar contradictorio permitir los encuentros en este ámbito, pero prohibirlos en la esfera privada. En este sentido, por ejemplo desde Podem ya se han mostrado partidarios de mantener las restricciones.
La situación epidemióloga será la base en la que se sustenten todas las decisiones. En este sentido, la Comunitat Valenciana contaba este miércoles con una incidencia acumulada de 176 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, un nivel que se alcanzó por última vez el pasado 26 de octubre, cuando se registraron 171 casos.
En cuanto a las hospitalizaciones, la situación está algo más tensionada que antes del inicio de la tercera ola, aunque la tendencia sigue siendo claremente descendente. Este miércoles había 1.033 pacientes ingresados en planta y 318 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), mientras el pasado 14 de diciembre, pico mínimo a partir del cual empezaron a crecer de forma exponencial los contagios y los ingresos hospitalarios, había 236 personas hospitalizadas en la UCI por Covid-19, 962 en planta.