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El Gobierno valenciano saca las plazas para una unidad de seguimiento de las emergencias que congeló en sus primeros 16 meses

Salomé Pradas, en el centro, con Susana Camarero, Juan Francisco Pérez Llorca y Carlos Mazón.

Sergi Pitarch / Lucas Marco

València —

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El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, quiere hablar de futuro. De reconstrucción. Le está costando más explicar, aunque lo ha intentado, qué hizo el pasado 29 de octubre cuando una histórica DANA impactaba en el territorio valenciano y segaba la vida de 219 personas y dejaba 13 desaparecidos. Pero de lo que no ha hablado nada es de los meses previos a la catástrofe. De los recortes en el departamento de Emergencias y de la paralización de todos los planes de respuesta puestos en marcha por el anterior Gobierno de izquierdas del Pacte del Botànic. El mismo anuncio de Mazón sobre la creación de una Conselleria de Emergencias deja en evidencia su anterior política en materia de cambio climático en sus primeros meses como presidente.

Así, según la documentación a la que ha accedido elDiario.es, la Conselleria de Justicia e Interior tuvo congeladas durante 16 meses las cuatro plazas de técnico que el Botànic había previsto para la Unidad de Análisis y Seguimiento de las Emergencias. Esta unidad, presentada por la exconsellera Gabriela Bravo en 2022, pretendía organizar un equipo de expertos para la toma de decisiones en casos como la DANA de octubre de 2024 y que hubiera estado empotrado en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi).

Tras el anuncio de creación de la unidad, se dotó económicamente en los presupuestos de la Generalitat para 2023. En concreto, se consignaron 500.000 euros, entre otras cosas, para la contratación de los seis especialistas que debían formar esa unidad (cuatro técnicos de análisis y seguimiento de emergencias, un jefe de sección y un jefe de unidad). En la presentación de los presupuestos en las Corts por parte de Gabriela Bravo se informó de la dotación presupuestaria de la unidad. Verónica Marcos, diputada del PP, criticó la medida por considerarla innecesaria. “¿Para qué?”, le preguntó a la entonces consellera Bravo, tildando la medida de “cortina de humo”.

Una vez aprobados los presupuestos de 2023, se modificó la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para incorporar los seis nuevos puestos de la unidad. Durante la etapa del Botànic se cubrieron dos puestos de jefe de sección y de unidad. Cuando Carlos Mazón llegó al Palau de la Generalitat, el Consell formado por el PP y Vox paralizó tanto la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) como la Unidad de Análisis y Seguimiento de las Emergencias.

Con este dispositivo, dotado de personal experto, “estaremos más preparados y contaremos con las últimas tecnologías para mejorar la respuesta a los incendios y otras grandes catástrofes”, explicó la entonces consellera Bravo en la presentación de la unidad.

De hecho, el decreto de creación de la UVE establecía la obligación de la puesta en marcha de la unidad de análisis para anticiparse al peligro en función de la vulnerabilidad frente a diferentes tipos de emergencias y su posible evolución, proponiendo posibles medidas de protección a la población, infraestructuras y zonas vulnerables. Y también suponía la integración de datos con la cartografía de análisis de riesgo ya existentes.

Por ello, se hacía “necesario” disponer de una herramienta de software para la predicción del comportamiento de los riesgos meteorológicos e hidrológicos, según indicaba el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, en los pliegos de la licitación del programa informático. Sin embargo, el Ejecutivo de Mazón tardó 10 meses en formalizar la adjudicación del 'software' destinado a la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, tal como ha informado este diario.

El 'software' no estaba operativo en la DANA

De hecho, el contrato fue finalmente formalizado el pasado 26 de octubre, tres días antes de la catastrófica DANA. A consecuencia del enorme retraso en formalizar la adjudicación, el programa informático de predicción del comportamiento de los riesgos meteorológicos e hidrológicos no estuvo operativo el pasado 29 de octubre, cuando la DANA arrasó varias comarcas de la provincia de Valencia.

El Gobierno de Mazón tardó apenas cinco meses en eliminar el proyecto de UVE puesto en marcha por su antecesor, el socialista Ximo Puig, tildándolo además de “chiringuito”. La creación de la UVE, además del 'software' que no estaba operativo durante la catastrófica DANA, también suponía la creación de la Unidad de Análisis y Seguimiento de las Emergencias recuperada ahora por Mazón.

“Esta unidad nace para aportar información a los responsables de la dirección de la gestión de cualquier tipo de crisis derivada de la emergencia climática, un equipo que realizará el seguimiento del riesgo por incendios forestales o emergencias de origen meteorológico para colaborar con los servicios de emergencia en la anticipación del comportamiento de estos fenómenos y el análisis de los escenarios críticos que generan”, explicó Gabriela Bravo.

La entonces consellera de Justicia, Interior y Administración Pública agregó que se había detectado “la necesidad de desarrollar estos equipos de planificación, anticipación e intervención ante los nuevos escenarios de grandes emergencias”. La desastrosa respuesta del Ejecutivo de Mazón a la DANA le ha dado la razón demasiado tarde.

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