El Consell Valencià de Cultura (CVC) ha recomendado suspender todos los vuelos con los países donde la enfermedad del ébola está fuera de control y tener dispuesto un hospital por autonomía para atender los casos que se puedan producir, con medicación y personal entrenado para su tratamiento.
Después de un falso caso sufrido en Alicante el presidente de esta institución, Santiago Grisolía, ha firmado una declaración institucional en la que advierte que la aparición de un caso de ébola podría significar “la huida masiva” de los turistas y “el cierre” de los mercados al comercio exterior hasta que la situación se normalizara.
El órgano asesor de la Generalitat en materia cultural aconseja que estas actuaciones se realicen con prontitud y con idea de permanencia, ya que, en su opinión, la crisis está en sus “inicios” y sus dimensiones “no se pueden calcular”, aunque “su duración podría ser larga y sólo se pueden aplicar médicos terapéuticos de muy escasa eficacia”.
Asegura también la declaración que es imposible de cuantificar el impacto sobre el turismo, “el único sector que se ha salvado de la crisis”, que tendría la hipotética aparición de un solo caso de ébola en la Comunidad Valenciana.
“Estamos en el inicio de una situación sanitaria que nos obliga a actuar de manera extraordinaria y urgente ante un riesgo que, hoy por hoy, no podemos detectar con total seguridad”, añade, por lo que considera necesario reforzar todos los mecanismos de control sanitario en las fronteras“.