Grisolía respalda a la AVL e insta al Consell a que “deje y olvide este tema”
El presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, se ha sumado a la defensa del Diccionari Normatiu Valencià, desarrollado por la Acadèmia Valencià de Cultura (AVL) y publicado -en su web después de que suspendiera su presentación- después de doce años de trabajo, tras los ataques sufridos por este organismo desde el Partido Popular y el Consell -en voz del secretario general del PP valenciano y miembro del Consell, Serafín Castellano, o el síndic popular en Corts, Jorge Bellver, con el beneplácito y apoyo del President Fabra- por la equiparación que se hace en la obra del valenciano y el catalán.
A juicio de Grisolía, en declaraciones a Europa Press, “si creas la Acadèmia, tienes que dajar que haga lo que debe hacer y se acabó”, en términos similares a lo que apuntaba el Consell Jurídic Consultiu. Grisolía también indicaba que el CVC “trabajó muy fuerte” durante la 'Batalla de Valencia“ por encargo del entonces President de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y que su labor fue ”la base“ de la creación de la AVL, ”somos sus padres“.
Grisolía ha recordado que “todo se calmó” gracias al “importante trabajo” que permitió la creación de la Acadèmia, y ha insistido en la defensa de la Acadèmia, asegurando que si no se deja que haga “lo que debe hacer, no la crees”, así como ha lamentado que se haya “vuelto a discutir este tema que ya estaba solucionado”, por lo que ha exigido al Consell que “lo dejen y se olviden”.
'Razones electorales'
En estes mismo sentido se ha expresado el secretario del Consell Valencià de Cultura, Jesús Huguet, “no hay que darle más vueltas”, al tiempo que apuntaba que la polémica está suscitada por “razones electorales” y que “no tiene sentido”, ya que “la ciencia, la investigación y la cultura tienen que estar por encima de esas discusiones puramente partidarias”.
Además, ha defendido que la definición de valenciano incluida en el Diccionari se “acomoda” al Estatut, además de recordar que la AVL es una institución estatutaria, “con el mismo valor estatutario que el Gobierno Valenciano, Les Corts, el CVC o la Sindicatura de Contes”, para concluir que lo que hay que hacer con la lengua es “usarla, no discutir” sobre ella.
