La banca y el banco de la Generalitat autorizaron a ‘Mediterráneo’ el cobro de dividendos, que beneficiaron a Puig, pese a la deuda millonaria del grupo Zeta
Pecsa, la empresa editora del periódico Mediterráneo, repartió dividendos los ejercicios 2016, 2017 y 2018 pese a la deuda de casi cien millones del grupo Zeta al que pertenecía. Estos beneficios revirtieron en la cuenta personal del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien posee desde los años 80 del siglo pasado el 1,16 % de la propiedad del rotativo con sede en Castellón. Pero esta decisión no fue solo de los gestores de la empresa castellonense, sino que estuvo avalada por la banca privada y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que en 2019 aprobaron una quita de esa deuda del 70 % para permitir que Editorial Prensa Ibérica se hiciera con el control del grupo de la família Asensio.
Así consta en la documentación de la operación de condonación de la deuda del IVF entregada al Partido Popular y donde está presente un documento donde su director general Manuel Illueca autoriza el cobro de esos dividendos que, indirectamente, beneficiaron a Puig con una media de 6.000 euros anuales que el presidente incluyó en su declaración anual de bienes publicada en GVA Oberta.
“La sociedad Pecsa pagó dividendos en 2016, 2017 y 2018 a sus socios minoritarios, previa autorización de la mayoría del pool bancario, por importe aproximado de 80.000 euros anuales (15% del dividendo total). En todos estos casos, y dada su reducida participación en la deuda sindicada, el IVF condicionó su autorización a la decisión de la mayoría de los bancos que formaban parte del pool. Si la banca privada no hubiera considerado económicamente justificada la decisión, el IVF no habría podido, ni habría querido, autorizar el reparto de dividendos a los socios minoritarios”, explica el Manuel Illueca a preguntas de eldiario.es.
La venta de Zeta a Editorial Prensa Ibérica se ha convertido en un tema incomodo para el presidente de la Generalitat porque, siendo la máxima representación de los valencianos, ha recibido ingresos de un medio de comunicación que recibe publicidad institucional. Además, EPI se benefició de una quita del 70 % de la deuda de cien millones para tomar el control del Grupo Zeta. En ese pool, el IVF condonó 1,3 millones de euros.
Fuentes de la Generalitat defienden que Pecsa era una empresa “absolutamente rentable que habría pagado la deuda sin problemas”, de hecho ha obtenido beneficios desde el año 2000. , “La gestión del IVF ha permitido, incluyendo la devolución del principal y los intereses que ya había abonado, recuperar todo el dinero que se les prestó a pesar de la operación ruinosa del PP en la primera dècada del 2000”, añaden.
“El gran error es de quien tomó la decisión, primero, de otorgar aquellos préstamos para operaciones ruinosas de intento de control mediático, y segundo, cuando acuerdan mancomunar la deuda de Pecsa en la de Zeta, de forma que la Generalitat pierde toda capacidad de maniobra y se ve abocada a la decisión del pool bancario. Es la nefasta gestión del PP la que llevó a esta decisión” explican las mismas fuentes.
Manuel Illueca siempre ha defendido que la operación está avalada por un informe de la consultora Deloitte. En ese sentido, este documento que todavía no ha sido entregado al PP la única opción que tendría la banca y el pool bancario era la condonación de la deuda.
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