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Qué hacer con la cultura

“Es una vergüenza que la cultura y la ciencia no tengan su lugar en los debates electorales”. Con esta declaración de intenciones ha empezado el debate que han mantenido este miércoles el dramaturgo Manuel Molins, el arqueólogo Albert Ribera y el activista cultural Rafa Tormo acerca de las propuestas que deberían impulsar los nuevos gobiernos de izquierdas para cambiar la gestión cultural. Al acto celebrado en el Octubre Centre de Cultura Contemporània, de Valencia, se han sumado diversos representantes sindicales y políticos.

“La cultura no es un lujo”, ha reivindicado Ribera nada más empezar el debate moderado por el portavoz de Acció Cultural del País Valencià (ACPV), Toni Gisbert. Acto seguido, ha lanzado la primera pregunta polémica: “¿Qué hacemos con CulturArts? ¿Qué van a hacer los nuevos gobernantes?”. “Se debe acabar con él. Eliminarlo. Se trata de una anomalía que no tiene referentes en nuestro entorno”, ha propuesto Molins. “CulturArts se hizo para dejar a todos los amigos y echar a la gente que no era afín al PP”, ha agregado la exdiputada autonómica de Esquerra Unida, Glória Marcos.

El dramaturgo también se ha mostrado critico con la gestión que se hace del teatro público: “No debe competir con el privado, debe buscar otro tipo de espectáculos. Es un bien social que no genera beneficios a corto plazo”. Y acto seguido ha reclamado: “A través de la integración en la red de circuitos internacionales de teatros se debe buscar la internacionalización del teatro público valenciano ”. Además, ha apostado por que “al menos un 50% se haga en valenciano”.

“Experimentar, arriesgarse” ha sido el lema defendido por Tormo. De hecho, ha criticado que se intente buscar un modelo distinto al del PP. “No hay que buscar un patrón, sino un horizonte hacía al que ir”, ha defendido. La recuperación de RTVV también ha sido compartida por varios de los asistentes como un hecho clave para poder dinamizar la cultura. “Tenemos la necesidad de que la economía y la cultura converjan, y así lograr que se convierta en un sector estratégico”, ha apuntado Raúl Roselló, de UGT.

Las referencias al amiguismo y al “clientelismo” que reinaba en la gestión cultural ejercida por el PP han sido una constante en el debate. “La ley de mecenazgo tiene que cambiar para evitar que las empresas se ahorren impuestos a cambio de patrocinios culturales”, ha pedido Marcos. La defensa de unos sueldos dignos para los artistas ha sido una de las cuestiones reivindicadas por los miembros de UGT y CCOO presentes. “Los jornales de los empleados de la cultura no son adecuados”, ha secundado Molins.

Sin embargo, el dramaturgo ha criticado “la poca importancia” que se le ha dado a la cultura desde el Consell al incluirla en una conselleria que “parece un cajón de sastre”. La concejal de cultura del Ayuntamiento de Valencia, Gloria Tello (Compromís), ha cerrado el debate explicando la herencia que ha dejado el PP en su departamento. “Entramos en una concejalía que había reducido un 86% el presupuesto y un 26% la plantilla. Y con multitud de contenedores culturales vacíos de contenido. Nuestro objetivo es acabar con la cultura de la medalla promocionada por el PP”, ha proclamado. La cultura encuentra su pequeño lugar en la campaña electoral.