La empresa Alquería Dolores SL tenía para el expolítico del Partido Popular Juan Cotino un “valor sentimental y agrícola”. La mercantil de Cotino, fallecido por coronavirus el pasado 13 de abril, también tiene un patrimonio neto de 10,5 millones de euros e inversiones en una empresa energética italiana que heredarán sus descendientes. Prácticamente todo el entramado familiar, especialmente las empresas de su sobrino, el constructor y financiador confeso del PP Vicente Cotino, está bajo la lupa de la justicia en varios casos de corrupción.
Alquería Dolores SL, constituida en 1981 y dedicada a la consolidación y preparación de terrenos para obras civiles y el alquiler de maquinaria de obras públicas, sustituyó a Cotino el pasado 17 de junio por el abogado y asesor tributario Rafael Rodríguez del Ángel como administrador único de la empresa, según publicó el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Con un patrimonio neto de 10,5 millones de euros, según las últimas cuentas anuales a las que ha tenido acceso este diario, la empresa de Cotino posee un 99,66% de Shanwick AGR Comunicación SL y el 60% de Inverseco SL.
El expolítico del PP, que era juzgado en la Audiencia Nacional por la visita del Papa a Valencia en 2006 hasta su repentina muerte, utilizó precisamente Shanwick AGR Comunicación SL para inyectar dos millones de euros en la televisión de los obispos 13TV, según desveló un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incluido en el sumario del caso Erial. Los dos millones para financiar a la cadena de la Iglesia partieron de Alquería Dolores y, a través de Shanwick AGR Comunicación SL, acabaron en 13TV.
La Guardia Civil explica que Alquería Dolores “a partir de 2010 realiza operaciones de entradas y salidas de divisas a distintos países, declaradas como invisibles”. “Entre los países que aparecen relacionados cabe destacar Luxemburgo, por el número de operaciones que realiza Alquería Dolores y dada la incidencia de este país en los hechos que se investigan en la presente causa”, señala la UCO.
Shanwick AGR Comunicación SL pasó a manos de la familia Cotino en 2010, precisamente cuando Alquería Dolores SL empieza a operar en Luxemburgo y Juan Cotino retira su declaración de bienes tres meses antes de hacer pública otra en la que ocultaba una fortuna de 11,3 millones de euros por el traspaso de sus acciones en la empresa familiar Sedesa, tal como informó este diario.
Luxemburgo, dado su régimen fiscal, era un país con el que la familia estaba muy familiarizada. Juan Cotino, siendo director general de la Policía durante el Gobierno de José María Aznar, se plantó en el despacho de la sobrina del espía Paesa para entregarle 600.000 euros en metálico unos fondos que la investigación de la UCO considera que forman parte de las comisiones a la presunta banda corrupta que lideraba el exministro y expresidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana. Un abogado condenado por la justicia italiana, colaborador de Beatriz García Paesa, puso en marcha la offshore luxemburguesa que sirvió para tener a buen recaudo las comisiones millonarias de la trama Erial que investigan la jueza Isabel Rodríguez y el fiscal anticorrupción Pablo Ponce.
Alquería Dolores, una de las decenas de empresas implicadas en la causa y de la que Cotino percibía una retribución de 33.776 euros anuales como administrador único, también posee 2.500 acciones de la energética italiana IFV Energy SRL por un valor total de 398.157,12 euros. En los últimos años, Juan Cotino vació la empresa de efectivo y de otros activos líquidos. En 2017 sacó 2,9 millones de euros en cash, según se desprende de las cuentas anuales de la empresa. Aquel mismo año, la sociedad recibió una subvención de la Conselleria de Agricultura de 2.933 euros, una cantidad que aumentó al año siguiente hasta los 4.737,86 euros.
Juan Cotino también figuraba como administrador único de Inverseco SL, una microempresa dedicada al alquiler de bienes inmobiliarios por cuenta propia, que no presenta sus cuentas anuales desde hace un lustro.
La repentina muerte de Cotino, víctima de la pandemia de la COVID-19, deja en el aire la herencia del expolítico del PP, soltero, sin hijos y muy apegado a su familia. Con su fallecimiento se extingue cualquier responsabilidad penal en los tres casos en los que estaba siendo investigado (la causa en la Audiencia Nacional, otro procedimiento en un juzgado de València por la visita del Papa y el caso Erial). La Audiencia Nacional ha archivado la causa abierta contra el expresidente de las Corts Valencianes y exconseller y ha devuelto a la familia los bienes embargados (una planta baja y dos viviendas).