Una herramienta pionera para luchar contra el ciberacoso sexual a menores
El ciberacoso sexual a menores en España ha crecido de forma exponencial en los últimos años: un 79% desde 2019 según datos de la Fundación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) y de forma más acusada durante el confinamiento por la COVID-19, cuando los menores han recurrido a Internet como única ventana al exterior (informe de Europol, junio de 2020).
En este contexto, la Universitat Politècnica de València (UPV) coordina el proyecto Stoponsexgroom, financiado por la Conselleria d'Innovació, Universitats, Ciència i Societat Digital con el objetivo de desarrollar el primer modelo comunicativo de ciberacoso sexual a menores en español, que servirá para la elaboración de herramientas tecnológicas para su detección y prevención. El equipo de lingüistas está formado también por investigadores de la Universitat de València y la Universidad de Swansea (Reino Unido).
“En Stoponsexgroom entendemos el ciberacoso sexual a menores como un proceso comunicativo de engaño a través de Internet en el que un adulto utiliza el discurso (palabras, imágenes, llamadas de voz, video llamadas, etc.) para convencer a un/a menor a participar en actividades sexuales en línea y, a veces, a mantener un contacto físico con intención sexual”, explica Carmen Pérez Sabater, coordinadora del proyecto e investigadora del departamento de Lingüística Aplicada de la UPV. Para Sergio Maruenda, investigador de la UV, “el análisis de la dimensión comunicativa del ciberacoso supone una contribución fundamental para el estudio de este delito, y aporta resultados adicionales clave a los estudios criminológicos y jurídicos”.
Los resultados obtenidos hasta el momento en el proyecto del análisis lingüístico de conversaciones entre acosadores (groomers) y menores demuestran que las tácticas de manipulación y control constituyen la clave del ciberacoso. Según explica Carmen Pérez, estas tácticas priorizan la gratificación sexual del acosador mediante el uso de lenguaje sexual explícito e implícito, pero también con el uso de otras estrategias de manipulación discursiva (no siempre de índole sexual) para ganarse la confianza y aislar a los menores. “Todo ello refuerza la dimensión afectiva e interpersonal del ciberacoso sexual a menores, hasta ahora ignorada en los pocos estudios sobre el tema en España”, añade Carmen Pérez.
Modelo en validación
El equipo de la UPV, la UV y la Swansea University cuenta ya con un primer modelo discursivo de ciberacoso sexual -actualmente en proceso de validación-, con resultados prometedores, que serviránen una segunda fase, para la creación de programas de prevención y materiales educativos y de concienciación, que contará con la participación de profesorado, estudiantes, fuerzas policiales y otros agentes sociales.
Stoponsexgroom ha presentado sus resultados en congresos académicos nacionales (AESLA-21, Universidad de la Coruña), y próximamente lo hará en dos congresos internacionales de referencia en este campo, que se celebrarán en Suiza y Gran Bretaña, respectivamente: el 17th International Pragmatics Conference, IPRA-2021 y el Fifteenth Conference of the International Association of Forensic Linguists (IAFL15)
Completan el equipo de Stoponsexgroom Nuria Lorenzo-Dus, de la Swansea University, quien lidera el proyecto contra el ciberacoso sexual a menores DRAGON-S financiado por UNICEF; Laura Mercé Moreno Serrano y José Santaemilia Ruiz, de la Universitat de València; y Françoise Olmo Cazevieille, investigadora también del Departamento de Lingüística Aplicada de la Universitat Politècnica de València.
Situación en España
Los investigadores apuntan algunos datos que corroboran el incremento de la incidencia del ciberacoso sexual a menores en España en los últimos años. Según la Fundación Anar, asociación de referencia de protección del menor en España y Latiamérica, en 2018 se atendieron 161 llamadas que solicitaban orientación especial por casos de 'online grooming' (OG), un 419,3% más que en 2017. Unos datos que sitúan el acoso cibernético en el cuarto lugar en prestación de ayuda, por detrás de la violencia machista, el maltrato psicológico y la violencia escolar.
Además, la Fiscalía General del Estado, en su memoria de 2018, publica datos similares. En Ministerio Público actuó en 159 casos de OG, un delito que repuntó un 62,2% “en solo un año”, el triple que expedientes relacionados con la pornografía infantil, “y que en muchos casos aparece vinculada a esta”.
Según estudios publicados sobre este ciberdelito, comentan los impulsores de este proyecto, el 44% de los menores españoles afirman haberse sentido acosados sexualmente a través de internet en alguna ocasión, y el 11% reconoce haber sido víctima. “Las niñas tienen más riesgo de sufrir este tipo de delito que los niños (15,6% frente al 9,3% en la franja de 11 a 16 años)”.
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