La hija de Zaplana defiende que fue legal el ingreso de 2,2 millones a su marido desde Suiza y atribuye a “errores” las acusaciones
María Zaplana, hija del expresidente de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana, ha asegurado este martes que todas las acusaciones que se han vertido sobre ella y su marido se deben a “errores” de interpretación. La hija del político ha mantenido la versión ante la jueza del caso Erial que ya dio ante la Guardia Civil y ha defendido que los 2,2 millones de euros que ingresó su marido en una cuenta en la que ella estaba como autorizada con de “negocios particulares” en la confederación helvética.
Sobre el alquiler de 3.500 euros que la pareja abonó del piso de la calle Pascual y Genís en el que residió Zaplana entre 2015 y 2019 –más de 150.000 euros- ha asegurado que es precio de mercado y que en ningún momento se utilizó para blanquear capitales.
Sobre su piso en propiedad en la calle del Poeta Querol, María Zaplana ha mantenido que la compra fue gracias a una donación de su padre de 600.000 euros. La hija del político ha explicado a la salida de su declaración que ha entregado abundante documentación y que “todo se aclarará”. De momento continúan imputados en la causa
Ante la instructora también ha declarado la mujer del exministro, Rosa Barceló; además de la secretaria del exjefe del Consell, Mitsouko Henríquez. También está previsto que acuda a declarar María Teresa García, esposa del que fuera jefe de gabinete del exministro, Juan Francisco García.
El ex presidente valenciano y exvicepresidente de Bankia José Luis Olivas ya prestó declaración ante la jueza hace un par de semanas y negó haber cobrado algún tipo de comisión por la adjudicación del Plan Eólico a Sedesa, la empresa de la familia Cotino, cuando él era jefe del Consell. También mantuvo que los 500.000 euros que ingresaron a su cuenta fue la cantidad que pactó con el empresario Vicente Cotino, dueño de la mercantil, por diferentes servicios prestados en una operación de compraventa.
Junto a Olivas, también comparecieron ante la jueza Francisco Pérez López, representante de una gasolinera a quien se vincula con la compra de una embarcación que sería finalmente de Zaplana; Saturnino Suanzes, abogado y considerado por los investigadores como quien se encargaría de gestionar los fondos ocultos en Andorra; y la hermana de este último, exdiputada del PP en las Corts Valencianes y también considerada intermediaria, Elvira Suanzes.
También acudieron a la Ciudad de la Justicia los empresarios Robert Edgar Bataouche y Ángel Salas; y María Paloma Domínguez, mujer de Francisco Grau, considerado diseñador de la red societaria de la que se servían los supuestos implicados en la trama.
Todos los investigados quisieron prestar declaración excepto los hermanos Suanzes. A su salida del juzgado, Elvira manifestó a los medios de comunicación, preguntada por si es inocente, que es “evidente”: “Lo llevamos diciendo en todos los escritos y en todos los momentos en los que hemos tenido oportunidad”, apostilló.
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