“Aquí seguimos en la lucha porque es lo único que tenemos nuestra generación. A los que nacimos en 1940 nos bautizaron como los del año del hambre. Mientras podamos y tengamos un poco de fuerza, nuestra pensiones, que nos las hemos sudado, las vamos a defender. Estas han sido posibles gracias a los esfuerzos de la clase trabajadora, no hay que olvidarlo”. Gabriel Biosca (Cádiz, 84 años) nos atiende en el antiguo seminario de Segorbe, al que llegó, tras más de nueve horas en tren, para participar en el Encuentro Estatal de Iaioflautas. Él, como todos los presentes, luce orgulloso su chaleco amarillo, representativo de este movimiento y de una generación que, lejos de quedarse en el sofá, sigue saliendo a la calle para reivindicar derechos como las pensiones dignas, pero también muchos otros como la sanidad pública y de calidad, la educación sin recortes, la dependencia o el “no a las guerras” y el sí a la defensa de los derechos humanos.
Gabriel, que tan solo unos quince días antes se debatía entre la vida y la muerte tras sufrir un encharcamiento de pulmón, es el más mayor de los cerca de 60 iaioflautas, procedentes de lugares tan dispersos como Cádiz, Murcia, Córdoba, Terrasa, Sabadell, Madrid, Valencia o Castellón que participaron el pasado fin de semana en un encuentro estatal que no se realizaba desde antes de la pandemia de la Covid-19 y que tenía como principal objetivo, precisamente, reforzar sus lazos de unión, su motivación, su ilusión y su ejemplo de lucha y resistencia ante toda la sociedad.
“Yo he sido siempre una persona luchadora y la injusticia nunca la he podido soportar, ni las mentiras. He vivido muchas injusticias y se siguen viviendo. Dicen que las pensiones no son sostenibles, pero lo que quieren es llevarse el dinero y hacer negocio como han hecho siempre”, agrega Gabriel mientras espera el autobús que los llevará hasta Burriana, para conocer de primera mano la labor que lleva a cabo l’Aurora Grup de Suport para atender las necesidades de los barcos que se dedican a salvar vidas en el Mediterráneo. Esta colaboración y solidaridad con otras entidades es otro de los elementos que ha caracterizado a los iaioflautas desde su fundación, a finales de 2011, cuando se constituyeron para defender a sus nietos, como nos cuenta otro de sus integrantes, Pepe Villamor (Córdoba, 78 años): “Yo vengo de una larga trayectoria de lucha contra el franquismo. El 15M para mí fue un soplo de aire fresco. Yo participé en eso y de ahí, de alguna manera, nacieron los iaioflautas, como respuesta a que la expresidenta de la Comunidad de Madrid dijo que los que estaban allí en las plazas eran unos perroflautas. Entonces, nosotros dijimos, pues si nuestros nietos son unos perroflautas, nosotros seremos los iaioflautas, y aquí seguimos, 13 años después”. Preguntado por qué le aporta estar en este encuentro estatal y qué sensaciones se lleva de él, Villamor lo tiene claro: “Está muy bien encontrarnos, contar nuestras experiencias, enriquecernos con ellas. Por otro lado, nunca había dormido en un seminario (risas). Ha estado todo muy bien. Tal vez nos ha faltado algo más de tiempo para debatir y contar nuestras experiencias y de alguna manera que le sirvan a otras personas. Sí de aquí sale una coordinación a nivel estatal para hacer acciones conjuntas y coordinadas, sería muy bueno”, reflexiona.
Cerca de él, mientras observa al Sea Eye 4, uno de los barcos que rescatan vidas en el Mediterráneo, el cual acaba de visitar, junto al resto de sus compañeros, en un encuentro que dejó muchas emociones y abrazos sentidos, José Luis Charles (Terrasa, 72 años) nos habla de aquellos orígenes: “Nosotros fuimos los fundadores de los iaioflautas de Terrasa, en 2013. Empezamos en los iaioflautas de Barcelona, porque fueron los primeros. Nos apuntamos allí. Luego nos enviaron un correo diciendo que por qué no lo fundábamos en Terrasa y lo hicimos. Llevamos a cabo travesuras, acciones de ocupar bancos, hacienda, por la sanidad, siempre de forma pacífica, teníamos hasta los policías municipales, que nos vigilaban, contentos con nosotros”, recuerda con cierto cariño y también con añoranza. Sí, porque mucho ha llovido desde entonces y también han vivido todo tipo de bajas, algunas motivadas por la edad, otras por cierto desencanto o divergencia de opiniones, pero también muchas por el fallecimiento de compañeros y compañeras, más aún tras la Covid-19. Esta les obligó a parar, como ocurrió con toda la sociedad, pero a la hora de retomar las movilizaciones y las luchas se dieron cuenta de que algunos ya nunca volverían…
Por ellos y también por sus hijos y nietas, personas como Charles, Villamor o Biosca decidieron continuar con el movimiento, desde sus respectivas plazas, con sus escasos recursos y en la mayoría de ocasiones en casi soledad. A pesar de todo, lejos de desfallecer, de tirar la toalla, de decir, hasta aquí hemos llegado, cosa que podrían hacer con toda dignidad y con todo el merecimiento, respondieron a la llamada de compañeros como Juan De la Torre (Castellón, 80 años), para, una vez más, abrir su maleta, poner en ella algunos enseres (pastillas incluidas, que los achaques son comunes y diversos) y subirse a un coche o a un tren para reencontrarse con sus viejos amigos, camaradas, compañeros de fatigas, en este encuentro estatal del que todas y todos salieron un poco más rejuvenecidos, un poco más conscientes, un poco más sabedores de que su grano de arena, por muy humilde que pueda ser, está ahí y en cualquier momento puede servir de ejemplo, de inspiración, de motivación para otras personas y colectivos.
Así lo expresaba De la Torre: “Si es por lo que me están diciendo estos días, creo que todo nuestro esfuerzo ha valido la pena. Hay una cosa importante en la vida que es poder sentirse uno satisfecho de lo que hace. En este caso, la gente, mis compañeras y compañeros, se han sentido satisfechos e incluso diría que orgullosos de ser lo que son y eso es lo que pretendíamos, reforzar nuestra propia seguridad y nuestro propio ser. Saber que no estamos equivocados”.
“Pienso que los cambios que se están produciendo, se han producido y se producirán no son motivados por un movimiento puntual, sino por el gota a gota, como las estalactitas. Cuando hago algo sé que ahí se queda, tal vez no se va a ver, o no en ese momento, pero está ahí. Hemos puesto nuestra gota de agua”, añadía.
“Los iaioflautas son de corazón muy jóvenes”
En el encuentro también participó Ramón Franquesa (Barcelona, 67 años) portavoz de Coespe (la coordinadora estatal en defensa del sistema público de pensiones). Una plataforma que fue posible en cierta medida por el impulso de movimientos como los iaioflautas o las mareas de pensionistas y que hoy se ha convertido en todo un sujeto político y social. Para Franquesa, la relevancia de los iaoflautas en nuestra sociedad es más que evidente: “Son el reflejo de una generación que luchó, que transformó profundamente este país desde el punto de vista de mejorar las condiciones de trabajo, el urbanismo, los barrios, la educación o el acceso a derechos como la sanidad o las pensiones. Y que sin embargo, una vez llegados al final de la vida, no tiran la toalla. Sino que ante un mundo que vemos que está andando para atrás, en lugar de mejorar, perdiendo derechos que se habían obtenido con mucha dificultad, pues no se resignan, manifiestan ser de corazón muy jóvenes, se organizan y buscan la manera de hacerse oír en defensa de los derechos sociales”.
Él los pone de ejemplo, especialmente, para los más jóvenes: “Puede parecer sorprendente que entrados en el siglo XXI en lugar de lo que ha ocurrido siempre en la historia, que han sido las generaciones más jóvenes, las que empujaban hacia delante, sean los más mayores. En un mundo en que predomina la resignación, son los que se plantan y empiezan a organizarse, a exponerse socialmente para defender derechos de todo tipo. Sus movilizaciones han sido tanto para proteger el derecho a la vivienda, como el de la sanidad, como las pensiones. No es cierto que en la sociedad no se pueda hacer nada. La gente si se organiza puede conseguir cosas y además ellas y ellos muestran la manera de cómo hacerlo y de formas muy imaginativas y creativas”, sentencia.
Franquesa va más allá y alerta del peligro de pensar que no se puede hacer nada en un mundo cada vez más violento: “Espero que ese corazón y esa actitud joven ante la vida pueda ser un ejemplo para las generaciones futuras que se van a encontrar un mundo muy difícil. Un mundo que va empeorando, que tiende a la violencia, que tiende otra vez a la guerra, algo que los europeos jamás se nos hubiera pasado por la cabeza la posibilidad o el temor a una nueva guerra mundial, pues ya lo tenemos en las puertas y ya tenemos un montón de guerras abiertas en África, en Asia pero también en Europa y en el Mediterráneo con Palestina. La experiencia histórica nos dice que esto sino se resuelve acaba arrastrando al conjunto de la sociedad. En las guerras, los primeras víctimas es la generación más jóvenes porque son los que acaban llamados al servicio militar y a ser la carne de cañón. Quizás estos jóvenes que hoy piensan que no hay motivo para preocuparse, el día que reciban la cartilla de movilización empezarán a buscar inspiración sobre en qué forma pueden defenderse. En lo que han desplegado los iaioflautas y otros movimientos sociales, pues estoy seguro que van a encontrar esa inspiración. De manera técnica, de qué hacer y cómo hacerlo, pero también inspiración moral”, argumenta Franquesa.
Illueca: “Los iaioflautas son un ejemplo de la política de las plazas”
Otro invitado de excepción a este encuentro estatal de iaioflautas fue el exvicepresidente de la Generalitat Valenciana, Héctor Illueca (Valencia, 49 años). Él ponía en valor el ejemplo de este colectivo: “Creo que son una referencia muy importante para lo que yo llamo la política de masas, de las plazas, de la calle, que es la que siempre me ha interesado. Me parece que estamos viviendo una situación en la que cada vez se ve más que los políticos, la clase política, el palacio, van por un lado y la calle va por otro. Creo que en ese sentido los iaioflautas representan muy bien la política de la calle y de las plazas de la que algunos venimos y en la que siempre estaremos”, afirmaba tras dar una charla sobre la situación política actual y los peligros a los que se enfrenta el mundo actual. Al final, se marchaba de allí también con cierta melancolía: “Me he sentido entre amigos, entre compañeros. Los iaioflautas tuvieron un papel importante en la última década, en las movilizaciones sociales que marcaron el 15M y posteriormente, con las marchas de la dignidad. Fueron y son un claves para poner en pie fue el movimiento de los pensionistas que es ahora un actor político muy importante en el país. Que logró frenar reformas dañinas para nuestro sistema de pensiones. En este sentido, siempre es un placer volver a estar entre amigos como ellos”.
Paqui López (Cádiz, 68 años) es la portavoz gaditana de la Coespe y forma parte de la marea de pensionistas de Cádiz desde su fundación que tuvo lugar, como ella misma nos recuerda, el 7 de noviembre de 2016: “Por entonces todavía no estaba constituida Coespe. Pero nosotros salíamos todos los lunes a la plaza. Sí que hemos notado de que después del Covid, la asistencia bajó. Antes de él nos juntábamos unas 80 personas. Algunos fallecieron por el Covid y otros motivos, pero sí que es cierto que la gente está un poco más desmotivada. Pienso también que tienen miedo. Somos mayores y la pandemia desmotivó a mucha gente. Aún así, intentamos que la llama siga encendida, que no se apague”.
“Cuando en Europa callaron los cañones y se reabrieron las fábricas, las pensiones se volvieron a pagar”
Entre los objetivos actuales de los iaioflautas, que también se debatieron en el encuentro, está frenar y concienciar sobre los peligros del acuerdo al que llegó el gobierno con la patronal para incorporar, en los convenios colectivos, una cotización destinada a las pensiones privadas. Lo expresa con claridad Ramón Franquesa: “Las pensiones públicas son un sistema que se inspira en las mutualidades obreras y se inspira en formas de solidaridad que ya estaban en los gremios o en las cofradías o de pescadores. Consiste en que las personas que trabajan transfieren a las personas que han dejado de trabajar, a través de una cotización, los medios para dotarse de una pensión. Las pensiones públicas que se convierten en pensiones estatales estatales a partir de Bismarck, a finales del siglo XIX, han sido sostenibles. Y pueden seguir siendo sostenibles, excepto si se privatizan y se intenta convertir lo que es un servicio de solidaridad intergeneracional, en un negocio privado. Porque hay una gran tentación a que ese enorme volumen de dinero sea gestionado, no por servidores de lo público, sino por instituciones que lo que buscan es el beneficio privado”, asevera.
Él también alerta de lo que este intento supone: “Las pensiones públicas dependen, sobre todo, de buenas condiciones de trabajo. Cuando hay salarios correctos, cuando la gente tiene un contrato de trabajo estable, estas pueden ir aumentando y pueden ser perfectamente sostenibles. Lo han sido en Europa después de dos guerras mundiales. Hay cosas que no funcionaron, pero las pensiones, cuando callaron los cañones y se abrieron las fábricas se pudieron volver a pagar. Ahora se intenta envenenar a la juventud con la imagen de que no tendrán pensión. En parte también lo hacen para que no exijan un trabajo regular. Para que acepten hacer horas extra sin cotizar a la seguridad social, porque como ya no vale la pena… bueno en realidad ese discurso no es que les quite la pensión dentro de 30 o 40 años, sino que les está quitando un salario directo ya ahora, porque cuando tú te ves obligado o aceptas trabajar en negro estás perdiendo una parte de tu salario que es el salario indirecto, que va a la cotizaciones sociales y que es tuyo. Sino te lo pagan te están quitando dinero del que ganas”, advierte.
“Yo soy una iaia aurora, y muy orgullosa”
Una de las personas que más ilusión tenía en este encuentro estatal de iaioflautas era Valva Guardiola (Burriana, 68 años). Su emoción al recibir a los chalecos amarillos en la base de l’Aurora era más que evidente y luego, en la recepción oficial, se le quebraba la voz y le temblaban las manos: “Me hizo mucha ilusión saber que iban a venir aquí. He estado esta noche pensando que no llueva, que puedan venir, que no nos llamen diciendo que no vienen porque los admiro mucho y los sigo mucho por las redes, me he emocionado mucho y casi no podía hablar”, confesaba. Para ella, son un claro ejemplo para todas y todos: “Creo que han sido una revolución para la sociedad y creo que todos deberíamos reflexionar de que si ellos se esfuerzan tanto sin esperar nada a cambio por el bien de todos, deberíamos sumarnos también a su ejemplo”.
Otro que no pudo aguantar las lágrimas de emoción fue Vicent Aleixandre (Burriana, 46 años). Él es uno de los portavoces de l’Aurora, Grup de Suport, y mostraba su satisfacción de poder conocer en persona a esta generación de luchadores: “Para nosotros es un orgullo tremendo tener aquí a los iaioflautas. Nos da mucha energía recibir a militantes de larga trayectoria como ellos. Te enseñan un camino que es que la lucha no se acaba nunca y que hay que estar, vivirla y vivirla con pasión y alegría. Para nosotros es gasolina pura para seguir luchando y haciendo el mejor que podemos aportar, dentro de nuestras posibilidades”.
L’Aurora y los barcos que rescatan a personas en el Mediterráneo están también de actualidad tras el anuncio del gobierno valenciano de querer cobrarles las tasas portuarias de las que estaban exentos hasta ahora. Además, con efecto retroactivo desde 2021. Al respecto, Aleixandre confía en que todo acabe resolviéndose, pero también hace un llamamiento a los gobiernos de toda Europa: “Confiamos en los departamentos jurídicos y en la buena fe. Esto son cosas administrativas y hay marcos jurídicos que hay que respetar. Pero pedimos que se respeten siempre. Que los estados generen decisiones firmes. Lo que no podemos es estar expuestas a que a unas entidades, que por su naturaleza humanitaria se les ha eximido de una serie de tasas, ahora se les quieran cobrar y con efecto retroactivo. No es que sea un problema demasiado grave pagar las tasas, no es el gasto principal de este tipo de embarcaciones, pero lo que no puede ser que un estado diga una cosa y a los cinco años te pueda cobrar lo mismo con carácter retroactivo. Les exigimos a los políticos que ya que están ejerciendo una función pública que sean responsables y que nos den pautas y garantías jurídicas de que podemos seguir ejerciendo este activismo y esta lucha por los derechos humanos. Lo que no puede ser es cambiar el juego de manera arbitraria y generarles una indefensión jurídica que no tiene sentido”, asevera.
Homenaje a las víctimas del franquismo y despedida
Tras dos intensos días de debates, charlas, visitas a entidades afines, el encuentro estatal de iaioflautas llegaba a su clausura el domingo, no sin antes llevar a cabo un recuerdo a las víctimas del franquismo, en la localidad de Viver, donde se plantó también una carrasca conmemorativa.
En los rostros ya se vislumbraba cierto cansancio, pero también ilusión, cierta melancolía, combinada con la esperanza de volverse a encontrar más tarde que nunca. Algunos nos confesaban, fuera de micro, que una de sus motivaciones para venir había sido el poder despedirse, en persona, de manera afectiva y sincera de compañeros y compañeras a los que, tal vez, no volverían a ver. Saben que es posible que así sea, pero aún así, todas y todos se emplazaron a reencontrarse en el encuentro estatal de iaioflautas 2025, en fecha y lugar por determinar. Había algunos que también confesaban que, a su edad, esta ya era una especie de despedida para ellos mismos de eventos y actos de este tipo, pero también reconocían después que, precisamente, haberla vivido, ver los rostros de sus compañeros, insuflarse de su motivación, de sus ganas, les animaba a seguir adelante, un poco más. Solo el tiempo, su salud, y su motivación, dirán si será así o no. Hasta entonces, continuarán en sus plazas, con sus lunes al sol, pero también acompañando, asistiendo, dando ejemplo a todo tipo de colectivos. Porque como nos decían algunos de ellos “hay que intentar que la llama no se apague”.
Como concluía Juan delaTorre: “Hemos vivido estos días llantos de emoción. De ver que esto es lo que hay que hacer, pero también de ver que a pesar de todo nuestro esfuerzo no terminamos de ver ese cambio radical. A veces una cosa es la emoción y lo que queremos. Y otra lo que conseguimos. Para mí es importante que se salga de aquí con el espíritu claro de que estamos y tenemos que seguir peleando, luchando por aquello que creemos y que queremos. Me voy con la satisfacción personal de que a pesar de mis dudas hemos hecho un trabajo bastante bueno”.
¿Y seguiréis haciéndolo?
(Risas) Esa pregunta no tiene mucha dificultad en responderla, pero sí tiene su miga. Yo quería retirarme y siempre digo que me voy a retirar, pero de momento, mientras tenga fuerzas, como las razones que nos impulsan, están ahí, nosotros mantendremos las fuerzas y la ilusión.
Entonces, nos vemos en el encuentro iaioflauta estatal de 2025?
Ya me estaban diciendo los compañeros y compañeras que repetimos. Así que creo que podemos decir que sí, que nos veremos allí.