Según las encuestas, Izquierda Unida puede ser pulverizada por el efecto Podemos. ¿Por qué?
No hemos tomado decisiones importantes a su debido tiempo, como aclarar el proceso de primarias, tema con el que coincido plenamente con Alberto Garzón, que es quién mejor puede representar nuestra propuesta política. Hay que reconocer la labor de Cayo Lara en la organización pero prepararse para retos nuevos.
En segundo lugar, ha faltado agilidad y contundencia para responder a los casos, totalmente excepcionales que han afectado a IU en Caja Madrid y, además, la dirección no tuvo visión política para elegir candidatos del perfil adecuado [en referencia al ahora dimitido Willy Meyer] en las elecciones europeas. Dicho eso, tenemos una base sólida para obtener buenos resultados en las próximas citas electorales. Hay que relativizar el valor de las encuestas.
Podemos vs Izquierda Unida: ¿Lo nuevo contra lo viejo?
Ese planteamiento es simplista. El enfrentamiento entre derecha e izquierda sigue vigente, con una opción conservadora que quiere mantener los privilegios de la clase dominante y otra revolucionaria, transformadora, de izquierdas, con la que yo creo que se identifica la mayoría de la población. Y ahí estamos nosotros.
También es cierto que hay una dialéctica entre lo nuevo y lo viejo, pero nosotros somos nuevos (nacidos en 1986) y apostamos por una forma renovadora y democrática de hacer política: referéndum, limitación de mandatos, limitación de salarios, listas abiertas....Hace tiempo que respondemos a parte de las reivindicaciones del 15-M, somos parte de lo nuevo. Lo que tenemos que conseguir es que eso se visualice, pero creo que en Izquierda Unida estamos a la izquierda y ni mucho menos formamos parte de lo viejo, del sistema ahora cuestionado.
¿Usted está a favor de converger con Podemos?
Izquierda Unida está a favor de la unidad de las fuerzas que se enfrentan al bipartidismo contra el recorte de los derechos de la ciudadanía (democráticos, laborales, sociales....) protagonizado por PP y PSOE. Nuestra aspiración es estar en esa alianza para gobernar, con vocación de articular mayorías. Queremos que esa confluencia se plasme electoralmente, pero hay otros actores que también tienen que tomar decisiones. Ahora bien, esas alianzas se tienen que forjar desde la base, no con pactos hechos desde la cúpulas. Con Ganemos o Guanyem se podría hacer así. La unidad de la izquierda está en nuestro ADN. Podemos tendrá que decidir, pero no vamos a esperar a nadie. Hay mucho trabajo por hacer.
¿EU se integraría en una plataforma de izquierdas para ganar la Generalitat?
Nadie lo ha planteado, pero estudiaríamos unirnos con Podemos y otros movimientos de izquierda. El PSOE no estaría ahí. No haremos pactos preelectorales con un partido aparentemente progresista que cuando gobierna indulta banqueros, impone reformas laborales y trabaja al servicio de los poderes económicos. Tras las elecciones, ya hablaremos con todo el mundo para desalojar al PP de la Generalitat.
En su decálogo plantea una comisión de la verdad para depurar responsabilidades tras 20 años del PP en el poder.
Hemos sufrido una cleptocracia. Los casos de corrupción son tantos y tan escandalosos que demuestran que el PP ha robado de manera sistemàtica, ha hecho una maquinaria para financiarse ilegalmente a través de contratos públicos. Las comisiones de la verdad, término muy utilizado en países donde se han violado derechos humanos, tratan de destapar las vergüenzas de un régimen para evitar que se repitan errores. El PP ha vulnerado muchos derechos de la ciudadanía. Legalmente, muchos delitos han prescrito, pero las responsabilidades políticas han de conocerse y depurarse. Una comisión de la verdad es muy necesaria.
Fabra, entre la perplejidad general, ha abierto la puerta a reabrir Canal 9.
Una astracanada que nos haría reír si no fuera para llorar después del daño hecho por ese cierre a los trabajadores, la industria y los valencianos, que carecen de una televisión en lengua propia. No podemos concretar porque no sabemos cómo acabará el proceso de liquidación de Ràdio Televisió Valenciana ahora en marcha, pero una televisión plural, democrática, en valenciano y de calidad es una prioridad de EU. Una democracia y el valenciano necesitan medios públicos, lógicamente no del tamaño de la anterior, sino adaptada a los nuevos tiempos.
Usted quiere hacer una auditoría ciudadana de la deuda. ¿Cómo?
La monstruosa deuda generada por el PP ha sido improductiva, para fastos y grandes obras. La auditoría debe ser pública, transparente y hecho por técnicos con la participación de organizaciones sociales. Debemos saber como se ha generado esa deuda y cual es odiosa o ilegítima. Ejemplos: detectar la deuda generada por la usura de los bancos, la provocada por un financiación autonómica injusta y la que viene de prácticas corruptas. A partir de ahí, con la participación de la ciudadanía, se puede aplicar una moratoria, una quita o incluso impagar. Se debe actuar con responsabilidad, pero también con valentía. Lo más irresponsable sería continuar así, con una Generalitat incapaz de hacer frente a sus obligaciones.
La Generalitat está en quiebra.
Hay que romper el statu quo y mejorar la financiación valenciana. En caso contrario, la Generalitat tiene serios problemas de viabilidad. Trabajaremos por ello, porque la igualdad a la hora de acceder a los servicios públicos es una bandera de la izquierda. Además, hay que aumentar la contribución fiscal de las rentas más altas.
Si usted fuera presidente...
Es fundamental cambiar las prioridades: defender los derechos sociales, derogar los copagos, acabar con la exclusión de los inmigrantes de la sanidad, fortalecer los servicios públicos e inversión pública, mediante planes estratégicos consensuados con los agentes sociales, para el fomento de sectores vitales para la economía productiva.