La tercera ola del coronavirus, la más trágica desde que arrancó la pandemia, ya es prácticamente historia en la Comunitat Valenciana.
Según los datos aportados este lunes por el Ministerio de Sanidad, la autonomía valenciana registró 111 contagios por cada 100.000 habitantes en el acumulado de las dos últimas semanas, 64 menos que la media española, y ya es la séptima con menor incidencia. Melilla con 367 y Madrid con 284 son las comunidades que aglutinan más positivos.
En el caso del territorio valenciano, el descenso ha sido espectacular desde que empezaron a aplicarse las restricciones más duras a mediados de enero. En concreto, se ha pasado de los 1.459 casos, pico máximo registrado el pasado 27 de enero, a los 111 de este lunes, una cifra que se aproxima a la más baja registrada tras el verano.
Fue el pasado 13 de octubre cuando se alcanzó el mínimo de 95,09 casos de COVID-19 por cada 100.000 habitantes, punto de inflexión que marca el inicio de la segunda ola provocado en gran medida como consecuencia de los desplazamientos que se realizaron con motivo del puente de octubre, una situación que se quiere evitar de cara a Semana Santa.
En cuanto a la situación de los hospitales valencianos, la presión sigue a la baja. Haste este lunes había 1.117 personas ingresadas, 268 de ellas en cuidados intensivos (ocho menos que la jornada anterior): 107 en la provincia de Castellón, con 19 pacientes en UCI; 492 en la provincia de Alicante, 124 de ellos en la UCI; y 518 en la provincia de Valencia, 125 de ellos en UCI. Los pacientes de coronavirus ocupan el 8,70% de las plazas hospitalarias valencianas, un porcentaje que se eleva hasta el 27% de las camas en cuidados intensivos.
En este sentido, el pico máximo de hospitalizaciones en planta se alcanzó el pasado 25 de enero con 4.173 pacientes y en la UCI el 30 de enero, cuando se registraron 670 ingresados.