El índice que mide la velocidad de los contagios lleva 47 días por encima del umbral que implica riesgo alto de propagación en territorio valenciano
El número reproductivo básico (R), indicador que estima la velocidad con la que el coronavirus puede propagarse, lleva desde el pasado 16 de junio por encima del índice 1, es decir, un total de 47 días. Según los epidemiólogos, cuanto este valor está por debajo de 1 (riesgo de contagio a menos de una persona por afectado), la epidemia está controlada. Sin embargo, si está por encima, hay un alto riesgo de propagación comunitaria descontrolada.
En concreto, este índice alcanzó su pico máximo el 18 de julio al llegar a 1,71 (cada positivo podría contagiar a casi dos personas). Sin embargo, desde entonces ha ido bajando de forma progresiva hasta 1.06, último dato publicado el pasado 26 de julio.
Durante el periodo de desescalada, el número de reproducción básico fue uno de los indicadores más determinantes a tener en cuenta por las autoridades sanitarias para autorizar el avance de cada autonomía en las diferentes fases, de forma que si superaba el valor 1 era poco probable que se diera el visto bueno al cambio de fase.
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ya mostró esta semana su preocupación por el aumento de los contagios en la Comunitat Valenciana e hizo un llamamiento a extremar las precauciones.
Según informó, hasta el 30 de junio había en territorio valencianos 314 positivos activos, mientras en el día de su comparecencia (28 de julio) se contabilizaban 984, un 213% más, es decir, más del doble.
Además, la media diaria de casos en la semana del 21 al 28 de junio fue de 8 positivos, 10 días después la media diaria fue de 18 contagios y en la última semana se ha elevado a 100 casos diarios.
A lo largo del mes de julio, han aparecido 43 brotes en la Comunitat Valenciana. El más importante es el de Gandia, que afecta a 158 personas dentro y fuera de esta ciudad. Varios municipios de la comarca, como Barx o Xeresa han sumado sus primeros casos este mes.
El brote de Peñíscola es el segundo más grande, y afecta a 59 personas. De estas, 48 son de la propia ciudad, y 33 se han detectado en la última semana, aunque la gran mayoría (30) se conocieron el fin de semana y entre este lunes y jueves solo se han detectado tres casos más.
A principios de mes tan solo había dos brotes en la Comunitat Valenciana: uno relacionado con un barrio de Castelló, y otro con una empresa de Rafelbunyol. Ambos llevan semanas sin sumar nuevos casos, y de hecho, se observa en los datos por municipio.
La ciudad de València es, actualmente, la más afectada por los brotes. En total se cuentan cinco, después de que este jueves se hallara relación entre cinco brotes familiares y uno de origen social. Así, pasaron a formar un único brote que afecta a 33 personas.
Además, en la ciudad hay otro relacionado con el ocio nocturno con 21 casos, dos relacionados con temporeros llegados de Lleida que afectan a siete personas y otros dos en un piso de acogida y el ámbito laboral en los que se han contagiado cuatro personas en cada uno.
Durante este mes se han detectado brotes en locales de ocio nocturno, y cuatro de ellos se encuentran entre los de mayor afección. Los de Gandia y Peñíscola son los dos más grandes que tiene la Comunitat Valenciana en estos momentos, pero también afectan a más de 20 personas los de Santa Pola (26) y València (21). Otro foco en Xirivella ha generado 12 contagios.
Pese a todo, el Gobierno valenciano se resiste de momento a decretar un cierre generalizado de los locales de ocio nocturno de la Comunitat. De hecho, este viernes anunció que los de Gandia podían reabrir una vez controlada la trazabilidad de los diferentes brotes.
Quizás la ausencia de medidas drásticas tiene que ver en parte con la evolución del número de reproducción básico, entre otros indicadores, ya que entre el 18 de julio y el 26 de julio el ha bajado de 1,71 a 1,06, muy cerca del valor de 1, por debajo del cual la propagación se considera controlada.
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