El controvertido arquitecto valenciano Santiago Calatrava deberá pagar una multa de 78.000 euros después de que el Tribunal de Cuentas de Venecia le haya condenado por los perjuicios fiscales generados por el incremento de los costes de la construcción del puente de la Constitución, el cuarto que cruza el Gran Canal de la ciudad italiana. La obra costó 11,6 millones de euros cuando inicialmente tenía un presupuesto de siete -cinco millones menos-.
El Tribunal de Cuentas ha calificado la obra de “negligencia macroscópica” y responsabilizan a Calatrava del encarecimiento del proyecto, que tuvo que ser modificado en diversas ocasiones después de su inauguración, en 2008, y ello a pesar de que este mismo tribunal consideró que el arquitecto valenciano no fue responsable de un supuesto delito de sobrecostes.
Junto a él ha sido también condenado a pagar 10.989,73 euros el ingeniero de Venecia, Salvatore Vento. Ambos además deberán hacer frente a las costas del proceso en segunda instancia, que ascienden a 7.267,81 euros.
Incremento en los costes
El aumento del coste de esta infraestructura, que generó polémica desde el primer momento, se debió a que no se calculó bien el tamaño de algunos tubos ni la resistencia de los escalones de cristal, que debían durar al menos veinte años pero que empezaron a desgastarse muy pronto. Esto obligó a realizar costosas reparaciones. Además, se produjeron numerosas caídas y resbalones que obligaron al gobierno municipal a hacer frente a diversas indemnizaciones.
El puente de la Constitución fue construido para unir la estación ferroviaria de Santa Lucía con la Plaza Roma, donde se aparcan los vehículos que llegan a la ciudad por su única vía terrestre.