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Joan Baldoví, tras ser espiado por la Policía: “El PP era capaz de cualquier cosa para mantenerse en La Moncloa”

Joan Baldoví en una imagen de archivo.

Lucas Marco

València —

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El actual portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Joan Baldoví (Sueca, 1958), fue uno del más de medio centenar de diputados de izquierdas espiado en 2016 por la cloaca policial del PP teledirigida por el Gobierno de Mariano Rajoy. El nombre de Baldoví, un maestro aparentemente inofensivo desde el punto de vista de la seguridad pública, fue consultado 15 veces en la base de datos policiales 'Persona' entre el 5 de enero y el 13 de diciembre de 2016. Las búsquedas se hicieron desde siete comisarías distintas: seis en la Comunidad de Madrid y una en Málaga.

Las consultas en bases de datos policiales se hicieron en un contexto sensible, cuando Compromís se erigió en una formación de la izquierda periférica clave para forzar una moción de censura contra Rajoy, un presidente acechado por la corrupción de su partido, y con una amplia visibilidad mediática en Madrid. “En esa época teníamos la sensación de que el Gobierno del PP era capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantenerse en la Moncloa”, explica Baldoví en declaraciones a elDiario.es.

“Con la presión del PP y de los grandes empresarios consiguieron tumbar al PSOE y solo quedábamos el resto de partido de izquierdas como alternativa”, agrega. Compromís se presentó en lista valenciana conjunta con Podemos. Cuatro miembros de la formación —Joan Baldoví, Ignasi Candela, Marta Sorlí y Enric Bataller— se hicieron con escaños en el Congreso, aunque la fórmula de alianza con el partido de Pablo Iglesias no prosperó y los valencianistas acabaron en el grupo mixto, en una relación que tuvo sus más y sus menos. En todo caso, los diputados se erigieron en una suerte de aliados valencianos de Podemos, en plena ola de criminalización de la formación morada.

El espionaje de la cloaca policial del PP se extendió en aquella época más allá de Podemos a Compromís, partido de la izquierda valenciana aliado circunstancialmente de los morados y de indiscutible tradición democrática. Así, el nombre de Enric Bataller, entonces diputado de la formación valencianista en el Congreso, también fue consultado cuatro veces en la misma base de datos entre el 15 de abril y el 20 de diciembre de 2016 en dos comisarías: la de Madrid-Centro y la del distrito de Marítimo de València. Bataller, abogado de profesión, fue elegido diputado en 2015 y 2016 y acabó saliendo de Compromís hace unos años para recalar en Vía Mediterránea, un partido extraparlamentario.

En aquella época, Compromís se erigió en una suerte de espejo en el ámbito de la izquierda española. Baldoví consiguió cierta visibilidad mediática cuando su formación ya había alcanzado un pacto con el PSPV-PSOE para gobernar en la Generalitat Valenciana, con el apoyo externo de Podem, y pretendía exportar el modelo a Madrid. Todo ello en un contexto de tremendo desgaste del PP en la Moncloa, acechado por numerosos casos de corrupción.

“2016 fue un año muy importante en la política española”, recuerda Baldoví, quien alude a la repetición electoral y la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy que permitió otro Gobierno del PP, “cuando existía una mayoría alternativa muy clara”. En ese contexto surgió con fuerza el liderazgo de un Pedro Sánchez enfrentado a la vieja guardia socialista cuyo relato perdura hasta hoy en día. “Por eso”, agrega Joan Baldoví, “durante todo ese año nuestro mensaje era claro: hacía falta una moción de censura para convertir esa mayoría parlamentaria progresista en un Gobierno”.

El referente del Pacte del Botànic

Ocho años después, el actual portavoz de Compromís en el Parlamento valenciano, evoca el modelo del Pacte del Botànic (la alianza de las fuerzas progresistas valencianas, con Ximo Puig y Mónica Oltra como caras visibles) como inspiración para un Ejecutivo central de las izquierdas: “Teníamos el ejemplo y el referente del [Pacte del] Botànic en la Generalitat Valenciana y queríamos trasladar eso al Estado”. “Ya lo habíamos intentado antes de la repetición con el Acuerdo del Prado”, agrega en referencia a la propuesta de mínimos de Compromís para armar las bases de un Gobierno progresista para alejar al PSOE de la tentación de pactar con Ciudadanos e inclinar a los socialistas hacia las izquierdas.

Baldoví se convirtió en un rostro habitual de las tertulias de Madrid y, singularmente del programa de La Sexta El Intermedio, presentado por El Gran Wyoming. Con la ventana de oportunidad, el diputado de Compromís divulgaba la fórmula del “Gobierno a la valenciana” que “tardaría tanto en llegar”.

El portavoz de Compromís en las Corts Valencianes ha anunciado que se personará en la causa en la Audiencia Nacional en condición de perjudicado. “El único delito era ser de izquierdas, ser personas íntegras que trabajaban por el bienestar de las personas. Nos veremos en los tribunales”, dijo Baldoví tras conocer que había sido espiado.

No es, ni mucho menos, el primer diputado de la izquierda valenciano espiado por las cloacas del Estado. En otras coordenadas de las cloacas, el ecologista Carles Arnal fue espiado por el excomisario José Manuel Villarejo cuando fue elegido en 2003 diputado autonómico de una formación verde que se integraría más tarde en Compromís. El encargo de Iberdrola se centraba en las denuncias de Arnal sobre la central nuclear de Cofrentes. “De algo serviría si se pusieron tan nerviosos”, dijo Arnal en un reportaje con motivo de la publicación de sus memorias.

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