Jorge Rodríguez (Ontinyent, 1979) presidió la Diputación de Valencia hasta su detención el 27 de junio del 2018 por la Unidad de Delincuencias Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en el marco del 'caso Alquería', relativo a las contrataciones de altos directivos y del que, cinco años después, ha sido absuelto. Tras su imputación y su expulsión del PSPV-PSOE, partido del que llegó a ser líder emergente, Rodríguez creó 'La Vall Ens Uneix', una formación que arrasó en la comarca de la Vall d'Albaida y que barrió a los socialistas. La sentencia absolutoria, dictada por la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia, se notificó a las partes dos días después de las elecciones autonómicas y municipales del 28M, en las que la diputada provincial de la formación de Jorge Rodríguez se ha convertido en la clave para que la izquierda mantenga la única institución que no estará en manos del PP: la Diputación de Valencia.
En esta entrevista con elDiario.es, Rodríguez repasa los cinco años de instrucción y los casi tres meses de juicio y denuncia la “absoluta indefensión” que dice haber sufrido. Las negociaciones para conservar la Diputación de Valencia no están exentas de tensiones a raíz de su expulsión del PSPV-PSOE. El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, habló por teléfono con Jorge Rodríguez tras la absolución pero el actual alcalde de Ontinyent recuerda que en su momento “no tuvo piedad”.
¿Cómo se siente tras su absolución en el 'caso Alquería'?
Feliz y satisfecho de que la verdad se haya abierto camino. Hemos pasado cinco años de absoluta indefensión por parte de un juez instructor y un fiscal que nos negaron cualquier defensa. Durante todos estos años hemos sentido una impotencia enorme de ver que cómo la novela que se creyó el fiscal de dos enchufados de [Marcos Benavent, autodenominado] 'yonqui del dinero' era la única versión del caso.
¿Cómo recuerda la detención?
Pues te quedas en shock. De los peores momentos de tu vida. Uno que sepa que hace cosas malas puede pensar que cualquier día le pueden pillar y que la policía vaya a tu casa. Pero una persona honrada, como es nuestro caso, nunca puede imaginarse un escenario así. Es todo lo contrario de lo que te imaginas y más cuando ves toda la operación policial que se montó para detener a unas personas como nosotros.
La detención fue de los peores momentos de mi vida
¿Cómo ha vivido estos cinco años de instrucción y los casi tres meses de juicio?
La instrucción fue un calvario que no se lo deseo a nadie. Suerte que en el juicio encontramos a un tribunal muy profesional y tuvimos a unos abogados y peritos excelentes, que fueron capaces de desmontar una a una las patrañas de los denunciantes, José Luis Pellicer y José Luis Castellote, enchufados en su momento por el 'yonqui del dinero', y de José Luis Vera, 'el jurista de reconocido prestigio' [investigado en el 'caso Azud] que nos puso [el exdirigente socialista José Manuel] Orengo y que luego nos traicionó.
La sentencia considera que las contrataciones de altos directivos no fueron ilegales. ¿Volvería a crear puestos de dirección en una empresa pública que ocuparan personas de partidos del gobierno si presidiera la Diputación de Valencia?
La sentencia deja claro que, en contra del discurso antidemocrático imperante, contratar a personas altamente cualificadas de un partido político y de confianza es lo más oportuno para salvar a una empresa pública del desastre. Otra cosa es rodearse de ganapanes que no van a trabajar. Eso es lo delictivo. En nuestro caso lo que hicimos fue crear una estructura directiva de gente preparada y de confianza que en tres años levantó una empresa que el 'caso Alquería' destruyó. Por eso decimos que el 'caso Alquería' sólo ha servido para generar mucho dolor y un gasto público incalculable del que ni el fiscal ni el juez instructor van a tener que rendir cuentas.
El 'caso Alquería' sólo ha servido para generar mucho dolor y un gasto público incalculable
¿Qué opina de la reacción a la sentencia del PSPV y, singularmente, de Ximo Puig?
Ya dije que, en política, primero están las personas y luego lo demás. Y eso hay gente que no lo tiene claro. Es triste que todo un presidente de la Generalitat no tenga la empatía de pedir disculpas públicas a unos excompañeros con los que no se portó bien. Nos echó del partido como apestados, sin contemplaciones, y no fue capaz de dar ninguna explicación. Estos días me ha llamado y hemos hablado, pero el dolor no lo borra una llamada de teléfono.
Estos días me ha llamado Ximo Puig y hemos hablado, pero el dolor no lo borra una llamada de teléfono
La Vall Ens Uneix se ha convertido en un actor clave tras el 28M en la única institución que puede conservar la izquierda valenciana. ¿Cómo encara la negociación?
Nuestra idea es formar parte del Gobierno. Llevamos 12 años gobernando en Ontinyent, transformamos la Diputación durante los tres años que la gestionamos, así que estamos en condiciones de asumir responsabilidades. Nuestra diputada, Natàlia Enguix, conoce bien la casa y hará un buen trabajo.
¿Están Ens Uneix y el PSPV-PSOE condenados a entenderse?
Condenados no, porque el PSPV no tuvo piedad con nosotros y, a nivel local, se ha pasado la campaña insultándonos. También es verdad que han quedado por detrás de Vox, lo que da a entender cuál es su peso social. Nosotros venimos de donde venimos, es cierto, pero no vamos a dar ningún cheque en blanco.
Nos reunimos con el PP antes del juicio para que retiraran la acusación
¿Hasta qué punto la dura vivencia personal por el caso Alquería’ influye en la negociación política?
Ya he comentado que en el caso del PSPV-PSOE hay infinidad de agravios. Pero es que el PP pidió ocho años de prisión para nosotros. Y eso que nos reunimos con ellos antes del juicio para que retiraran la acusación. Era un caso que ni les iba ni les venía y se negaron. Fue una torpeza por su parte, la verdad, aunque también es cierto que en la vida hay que pasar página. De todas formas, nuestra gente está tranquila porque sabe que vamos a decidir lo mejor para Ontinyent y la Vall d'Albaida.