José Luis Moreno sigue gestionando un teatro público de Valencia aunque no paga a los artistas
El empresario José Luis Moreno sigue gestionando un teatro municipal de Valencia aunque no paga a hacienda, a la seguridad social y, según denuncia ahora Esquerra Unida (EU)¸a los artistas que han actuado en el recinto.
La situación en el Teatre El Musical es surrealista. El ayuntamiento decidió en junio de 2014 no abonar la subvención pactada y rescindir la concesión a Moreno por incumplimiento de sus obligaciones. Siete meses más tarde, sin embargo, el productor de televisión continúa gestionando el recinto del Cabanyal.
Lo hará, en principio, hasta abril, cuando el ayuntamiento prevé tener el pliego de condiciones para ceder la gestión del teatro a la iniciativa privada. La expulsión de Moreno no se habría concretado, según EU, para respetar la programación prevista hasta primavera. Los artistas, sin embargo, no cobran.
Amadeu Sanchis, concejal de EU, ha criticado al equipo de gobierno, del PP. “Es escandaloso el descubrir que Moreno lleva más de un año sin pagar sus contratos a los artistas. Consideramos que es una prueba evidente de donde ha derivado esa contratación privada”.
Los impagos de Moreno, dice Sanchis en un comunicado, deben ser “un elemento más no sólo para continuar con la denuncia respecto a José Luis Moreno y su empresa sino también para remunicipalizar el Teatro El Musical”.
Moreno, proveedor del PP valenciano
Moreno es un viejo conocido del PP valenciano. Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) pagó a su productora dos millones de euros por la serie Planta 25, una ficción que fue retirada por su pobre audiencia tanto en Canal 9 como en Tele Madrid. El sector tachó en su día el precio abonado como de fuera de mercado.
La sindicatura de Comptes denunció que la productora no justificó 1.7 de los 2 millones de euros que le otorgó Pedro García, el exdirector general de RTVV imputado por el supuesto robo de medio millón de euros durante la visita del Papa a Valencia. Moreno anunció en abril de 2013 que negociaba con la Generalitat la compra de Ciudad de Luz, los estudios de cine de Alicante, de propiedad pública, paralizados y en quiebra. De este negocio, al menos, nunca más se supo.