El abogado Luis Miguel Jiménez, investigado en la causa por las agresiones ultras del 9 d'Octubre, no ha declarado en la fase de instrucción porque tiene prohibida la entrada en la Ciudad de la Justicia al tener abiertas hasta 21 diligencias por amenazar o insultar a miembros de la carrera judicial. El titular del Juzgado de Instrucción número 15 de València ha solicitado al Instituto de Medicina Legal un informe pericial sobre el estado del letrado, actualmente en ignorado paradero, según apunta el auto de procesamiento del que ha informado elDiario.es.
El magistrado quiere saber si el estado mental del ultra, que padece un desarrollo delirante sistematizado tipo paranoide que causa irritabilidad y posibles conductas agresivas, “debe considerarse potencialmente reversible o por el contrario cabe tenerlo por definitivo”. El juez instructor suspendió la declaración del imputado, que ha sido detenido hasta en cuatro ocasiones y sobre el que pesa un expediente gubernativo por insultar a dos magistradas.
Las conclusiones del informe pericial determinarán el futuro procesal del letrado. La jurisprudencia del Tribunal Supremo (TS) establece que si se acredita la incapacidad mental permanente o irreversible del procesado “deberá cesar toda intervención penal”. En ese caso, la Fiscalía debe instar en el orden jurisdiccional civil las medidas pertinentes en materia de incapacitación del afectado para evitar un nuevo comportamiento criminal, indica el TS.
El auto del juez señala que la capacidad de Luis Miguel Jiménez para atender las implicaciones de una eventual acusación y de un eventual juicio oral es “nula” ya que “al derivar de un contenido delirante le produce una ruptura con el sentido de la realidad lo que le incapacita absolutamente” de cara a un proceso penal.
El letrado, vinculado a la extrema derecha anticatalanista, acudió el 9 d'Octubre del 2017 a la plaza de San Agustín con el grupo de ultras. Vestido con camisa de manga corta de color negro, pantalón tejano corto de color gris y gafas de sol, se dedicó luego a increpar a los manifestantes durante todo el recorrido de la marcha de izquierdas. El letrado, según el auto del juez, espetó a los manifestantes: “a la ducha todos, piojosos, eres un perro hijo de puta” o “zorra, que eres una guarra”.
El letrado es el único de los 28 procesados que no ha declarado durante la instrucción dada la insólita situación. En la actualidad permanece en ignorado paradero.