Desde la sección de justicia de Intersindical Valenciana denuncian haber elevado tres escritos avisando sobre la falta de personal y de secretario judicial ante la que se encontraba el juzgado de Violencia contra la Mujer de Castellón durante los meses previos al parricidio de dos niñas, cometido en septiembre por un hombre denunciado por violencia machista sobre el que no se aplicaron medidas preventivas ni se suspendió el régimen de visitas. La situación desde entonces, afirman, solamente se ha agravado -incluyendo la reciente solicitud de traslado de cuatro de las siete funcionarias del juzgado -debido a la sobrecarga de trabajo-, ante la cual los trabajadores denuncian una falta total de respuesta por parte de la administración.
La situación se vio agravada con la entrada en vigor de la última reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) de 2015, que ha tenido como consecuencia un gran aumento del trabajo diario y que motivó el envío de un escrito durante el primer trimestre del año. En este primer texto ya se llamaba la atención acerca de la delicadeza de los temas que trata este tipo de juzgado y la meticulosidad necesaria a la hora de afrontarlos. Ninguno de los escritos ha recibido respuesta a día de hoy.
Según afirman fuentes sindicales, actualmente el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón contaría con dos bajas producidas directamente por el trabajo, a las que habría que sumar las cuatro funcionarias que han pedido el traslado. Además, indican, “en sustitución de las dos titulares que se van, solamente acudirá una, resultando que habrán tres funcionarias interinas”.
Fuentes de la Conselleria de Justicia de la Generalitat Valenciana consultadas niegan que a los juzgados les falte plantilla. En el departamento son conocedores de la solicitud de traslado emitida por cuatro de las funcionarias, pero argumentan que la conselleria como tal no puede nombrar nuevos funcionarios hasta que los traslados se formalicen. La carga de trabajo –y por tanto el personal necesario para desempeñarla-, añaden, la marca el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y, para este, el juzgado cuenta con los funcionarios previstos en los supuestos. “Lo que sí tienen esos juzgados es que, si han de orolongar la jornada, cuentan con un complemento para poder hacerlo sin problemas. El tema de la carga de trabajo no depende de nosotros”, añaden.
Además de los escritos enviados a la Dirección General de Justicia (DGJ), se optó por elevar la queja a través de la Junta de Personal de Castellón, a fin de conseguir la implicación de las distintas organizaciones sindicales, las cuales acabaron enviando otro escrito unánime a la Dirección General de Justicia (DGJ).
Los baremos establecidos desde el CGPJ son uno de los principales puntos de disensión. Desde la conselleria se han venido concediendo los refuerzos solicitados, a pesar de que en muchos casos se han considerado insuficientes por parte de los sindicatos. Sin embargo, para que desde Justícia puedan actuar al respecto, es necesario que llegue una comunicación oficial por parte del TSJ o del CGPJ. Hasta que estos órganos superiores no se pronuncien al respecto, no es posible que puedan hacerse efectivas las demandas oportunas.
Recientemente se habría producido una reunión entre la consellera de Justícia, Gabriela Bravo, y la jueza encargada del Juzgado de Violencia contra la Mujer, en el que se le trasladó la voluntad por parte de la consellería de cubrir las bajas lo antes posible y facilitar cuanto necesiten los juzgados. En la Comunidad Valenciana se han multiplicado por nueve los refuerzos judiciales desde 2015 hasta ahora.
“Si hay o no sobrecarga de trabajo no lo dictaminan los sindicatos, lo dictamina el CGPJ. Ellos pueden considerarlo, pero es una opinión. Su opinión la tomamos en cuenta y así lo hemos manifestado. Conocemos la sensibilidad de estas cuestiones y se actuará lo más rápido posible. Los casos de un juzgado de este tipo son muy complejos, muy intensos, y llega el momento en que los funcionarios se implican mucho y eso desgasta más”, indican fuentes de Justicia.