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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

L'Alfàs del Pi, la pequeña Escandinavia en la Costa Blanca

Bjørn, Lars, Marit, Olof, Reidun, Hans, Liv, Gjerufl, Sven... son muy 'alicantinos'. Al menos no resulta tan extraño como pudiera parecer escuchar nombres como estos, de origen nórdico, en algunas zonas de la provincia de Alicante. Y más concretamente, en l'Alfàs del Pi.

Con algo más de 20.000 habitantes, una de las principales características de esta localidad ubicada en la comarca de la Marina Baixa es que más de la mitad de su población son ciudadanos de otras nacionalidades. Entre las más numerosas se encuentran los británicos (2.600 vecinos censados), los noruegos (2.500) y los holandeses (2.300), mientras que la comunidad más representada es la escandinava –más de 3.000 personas de está zona del norte de Europa si sumamos a los noruegos el medio millar de suecos y el más de un centenar de daneses que habitan en l'Alfàs–.

Precisamente, este municipio alberga la segunda mayor colonia de noruegos del mundo fuera de su país, solo por detrás de la cosmopolita Londres. Este arraigo (si los residentes se cuentan por millares, los ciudadanos nórdicos que tienen una segunda residencia en l'Alfàs o acuden allí a pasar las vacaciones son muchos más) tiene claros ejemplos, como la celebración, cada 17 de mayo, del Día de la Constitución Noruega. Durante toda esa jornada, la bandera noruega cuelga del balcón del Ayuntamiento junto a las enseñas española, valenciana y de la Unión Europea.

L’Alfàs cuenta con el Club Noruego Costa Blanca, con más de medio siglo de existencia, y además en la localidad hay dos centros educativos noruegos, dos residencias noruegas para personas mayores, la comunidad tiene su propia iglesia en l’Albir y el único centro de voluntariado que el Gobierno noruego ha abierto fuera de sus fronteras. Precisamente, el presidente y el vicepresidente del club, Hans Svedbergh y Bjørn Væthe, están trabajando en la elaboración de un libro que sirva de testimonio de los más de 50 años de vida de la entidad en la Marina Baixa.

Bjørn explica a elDiario.es cómo el origen de la presencia de escandinavos en la Costa Blanca es por la presencia en la zona de una agencia de viajes noruega que, desde los años sesenta del siglo pasado, ofrecía viajes a Benidorm, “viajes al sol”. “Una vez aquí, buscamos algo más rural que Benidorm para asentarnos o descansar”, comenta Væthe quien, a sus 68 años, vive seis meses al año en Alicante, en su caso concretamente en la vecina La Nucia: “Nos atreae el clima y la calidad y el precio de la vida”.

Reídun es noruega y vino a Alicante hace 14 años: “Quería vivir y trabajar en España, por el clima, y aunque primero pensé en Tenerife al final me decanté por l'Alfàs porque había más escandinavos”. “Vine con casi 50 años y nunca me ha faltado trabajo”, resume Reídun, quien explica que el clima les atrae mucho: “La vida aquí es perfecta, podemos vivir fuera de casa, hacer senderismo, jugar a la petanca... algo que en Noruega, en invierno, es más difícil por la oscuridad y el frío”.

En marzo de 2020, cuando se desató la pandemia de la COVID–19, a muchos de ellos les pilló a miles de kilómetros de su país. Bjørn estaba en su casa de Alicante cuando se decretó el estado de alarma, por lo que tuvo que esperar catorce días para regresar a Noruega: “El 27 de marzo regresamos a casa y estuvimos allí año y medio, hasta septiembre de 2021”. Respecto a la vida en un país o en otro, explica que es “más o menos” igual, aunque reconoce que las restricciones en España son mayores: “Allí la mascarilla no es obligatoria en exteriores ni en las tiendas, por ejemplo”.

En cuanto a la actividad del Club, Reídun apunta cómo tuvieron que cerrar el 13 de marzo de 2020 de forma repentina, “hubo muchos compatriotas que regresaron a casa”, y poco a poco, conforme pudieron hacerlo y adaptándose a las circunstancias de cada momento, fueron abriendo y recuperando el calendario, “sobre todo con actividades al aire libre como paseos y senderismo, además de ser creativos”. “Hacemos lo que podemos para mantenernos activos y mirar hacia adelante y ya casi estamos operativos al cien por cien”, relata. 

En cuanto al Club Escandinavo –heredero de la Asociación Más Amigos que tiene su origen en Torrevieja–, que aglutina a más de 300 residentes de los países nórdicos, allí se reúnen todos los viernes sus miembros para degustar aperitivos típicos de la gastronomía nórdica, coger algún libro de la biblioteca o apuntarse a una de las actividades que organiza periódicamente el Club Escandinavo, como excursiones o charlas.

El presidente de la entidad, Bjarne Segersteen, apunta que se constituyeron hace unos cuatro meses y que de Alicante les gusta “todo”: “Todo es bueno aquí, la gente, el clima, poder jugar a la petanca, al golf...”. Bjarne, de 70 años, es pensionista, de la localidad sueca de Kristianstad, en la zona de Malmoe, y vive en l'Alfàs desde hace tres años y medio, aunque hacía décadas que pasaba sus vacaciones en la costa de Alicante: “Todo el mundo tiene una historia similar. En mi caso, la primera vez que vine fue en 1986”.

La concejala de Otras Nacionalidades en l'Alfàs, Martine Mertens –una belga que reside desde hace 32 años en Alicante–, destaca la buena relación entre las diferentes nacionalidades que conviven en la localidad: “Es una oportunidad para todos, una riqueza, ya que unos vecinos ayudan a otros, lo que facilita la integración”.