Un centro de investigación israelí consigue crear embriones de ratón sin espermatozoides, óvulo, ni gestación uterina. La investigación, presentada en Málaga en el décimo congreso del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), el centro pionero en reproducción asistida, abre la puerta al desarrollo de avances en medicina regenerativa, según apuntan sus responsables.
La técnica, desarrollada por el Departamento de Genética Molecular del Weizmann Institute of Science, ha conseguido crear células sintéticas de ratón “sin restricciones de desarrollo” a partir de células madre cultivadas en placa Petri, generando embriones completos con órganos. Los investigadores descubrieron un potencial de desarrollo embrionario y extraembrionario en plataformas que simulaban un útero controladas electrónicamente, generando así embriones completos con órganos sin partir de un óvulo fecundado. El resultado, apuntan, fue “un modelo de embrión sintético de ratón con células progenitoras o especializadas con un corazón que late, un cerebro con pliegues bien formados, un saco vitelino, un tubo neural, un tracto intestinal, una placenta y una circulación sanguínea incipiente con tan solo ocho días de desarrollo, casi la mitad de los 20 días de gestación que requiere un ratón”.
“Cuando se compararon con embriones naturales de ratón, los modelos sintéticos mostraron un 95% de similitud tanto en la forma de las estructuras internas como en los patrones de expresión génica de los distintos tipos celulares.Los órganos observados en los modelos daban todos los indicios de ser funcionales”, afirma el doctor Hanna, líder de la investigación, en el marco de su ponencia en el congreso.
El método desarrollado abre la vía de estudio para abordar cómo las células madre forman varios órganos en el embrión en desarrollo. Esta línea, apuntan desde el IVI, puede hacer posible el cultivo de tejidos y órganos para trasplante utilizando modelos de embriones sintéticos, un avance en medicina regenerativa, destacan. “El embrión es la mejor máquina para fabricar órganos y la mejor bioimpresora 3D; tratamos de emular lo que hace”, indica el doctor que ha dirigido la investigación en un artículo publicado en la web del centro, que indica que en la mayoría de casos resulta complejo producir células especializadas que produzcan un tejido susceptible de ser trasplantado.
Inteligencia artificial y desvitrificación de óvulos
En el X Congreso del IVI sobre reproducción asistida, que reúne a más de un millar de profesionales durante el fin de semana, se han presentado avances en los campos de la infertilidad masculina, la vitrificación y desvitrificación de óvulos -uno de los tratamientos con más peso en el centro- y novedades en el uso de la inteligencia artificial como herramienta para personalizar los tratamientos. Con años de investigación, destaca el doctor Ernesto Bosch, director médico de IVI Valencia, la inteligencia artificial permite tratamientos mucho más precisos e identificar las mejores situaciones a nivel de implantación de un óvulo fecundado. En tres décadas el centro médico ha pasado de conseguir la implantación de un 30% de los óvulos a un 70%, destacan, en los escenarios óptimos.
Una de las ponencias del congreso, a cargo del doctor Marcos Messeguer, versa sobre el uso de la IA para el análisis de la dinámica de blastocistos -el embrión que supera los cinco días de gestación- vitrificados y desvitrificados. En los últimos años las evaluaciones embrionarias realizadas mediante un sistema de time-lapse han proporcionado una comprensión más precisa del desarrollo embrionario, identificando diferentes parámetros morfocinéticos como marcadores de la viabilidad embrionaria, que han servido para definir modelos complementarios de selección de embriones, pero tras la desvitrificación los cambios del embrión dificultan la evaluación. La ponencia concluye que medir con inteligencia artificial el proceso de desvitrificación es útil para predecir el potencial de implantación del embrión. Por tanto, el uso de modelos predictivos en ciclos vitrificados podría evitar la transferencia de embriones vitrificados con baja tasa de éxito, indica Meseguer, que matiza: tanto las correlaciones observadas y el algoritmo propuesto deben validarse en un ensayo prospectivo para evaluar su eficacia.