El recorte de los 'privilegios' de los que gozaba la enseñanza concertada por el conseller de Educación, Vicent Marzà, no han sentado bien al sector. Del malestar por la eliminación del distrito único o la elaboración de un nuevo borrador de admisión en los colegios -que aplica igualdad donde antes tenía preferencia la concertada respecto la pública- han pasado a la acción. Y el primer paso ha sido organizarse bajo una plataforma para ejercer presión a los nuevos inquilinos del departamento de Campanar.
Bajo la denominación de 'Mesa por la Educación en Libertad', entidades católicas de padres, patronales de los colegios y escuelas infantiles concertadas y privadas y sindicatos independientes se han unido en una especie de grupo de presión para defender “la libertad de los padres a elegir”. En el manifiesto lanzado indican que se han constituido para “fomentar la libertad de la educación en todos sus ámbitos; la promoción del derecho de las familias a la libre elección del modelo educativo y pedagógico y del centro escolar que deseen para sus hijos; y para que se respete el derecho a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones”.
De hecho, en la declaración de constitución, reconocen su tarea 'lobby'. “Seremos un órgano de vigilancia, control y denuncia ante cualquier agresión a esos derechos y libertades”, señalan. Y en él, expresan el modelo educativo que defienden: “Donde se pueda elegir en libertad y en plena igualdad entre las dos redes complementarias, la pública y la de iniciativa social, concertada o no”.
En la presentación, Vicente Torres, de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (FCAPA), no ha descartado que una de las acciones que pueda emprender la mesa sea “salir a la calle”. “Si salimos, lo haremos de forma civilizada. Sin querer asaltar los cielos”, ha afirmado.
Las diversas entidades que conforman la mesa no han desaprovechado la ocasión para cargar contra las medidas impulsadas por Marzà. “No entendemos que la concertada y la privada sean consideradas como subsidiarias de la pública”, ha dicho Torres. “Se ha modificado radicalmente el marco con el que el 95% obtenía una plaza en un colegio que quería”, ha denunciado sobre la eliminación del distrito único, con el que se podía ir a un escuela se residiera o no en ese barrio. “Marzà mintió cuando dijo que los colegios elegían a los alumnos”, ha rematado.
“Las aportaciones a la concertada son voluntarias, no obligatorias”, han asegurado los representantes de las patronales de la concertada ante la prohibición de Educación de que las familias aporten dinero a estos colegios cuando ya están sostenidos por las arcas públicas. “Pese a que los módulos [el dinero que se otorga a estos centros] son de los más altos, no nos llega para cubrir lo que necesitamos”, se han quejado. También ha criticado “la falta de diálogo” por parte del Consell.
Las entidades que integran la mesa son la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (FCAPA), la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (Feceval), las Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana (Escav), la Asociación de Escuelas Infantiles de Valencia (Adeiv-Acade), la Federación de Sindicatos Independientes de la Comunidad Valenciana (FSIE-CV) y la Unión Sindical Obrera de la Comunidad Valenciana (USO-CV).