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La Lomce y los recortes, razones para una huelga

Miguel Giménez / Miguel Giménez

VALENCIA —

Aunque las movilizaciones ya han empezado, el Sindicat d'Estudiants ha convocado paros ya desde hoy para los alumnos de 3º y 4º de ESO y Bachiller, el próximo jueves, 24 de octubre, está convocada en toda España una huelga general en educación a todos los niveles, una jornada de protesta contra la Ley Wert y los recortes en el sector a la que han sido llamados unos 800.000 alumnos y cerca de 64.000 profesores en toda la Comunitat Valenciana.

La convocatoria, a nivel estatal, rechaza la Lomce, que será remitida al Senado tras ser aprobada hace unos días en el Congreso por el Partido Popular en solitario. En los últimos días, se han hecho una serie de consultas ciudadanas en los centros educativos sobre la nueva norma, unas 'encuestas' en las que han participado cerca de 20.000 personas, y hace unas semanas se remitían al Gobierno un millón de firmas contra la reforma legislativa impulsada por el ministro José Ignacio Wert.

Críticas a la Lomce

La Ley Wert ha sido criticada duramente por la práctica totalidad de los grupos de la oposición y la comunidad educativa (padres y madres, alumnos, docentes...). Las principales críticas que se le hacen son:

- No es una ley consensuada con los actores implicados ni con el resto de partidos.

- Es una ley mercantilista. El texto hace continuas referencias a conceptos como mercados, competitividad, rendimiento económico o resultados, más propio del balance o los objetivos de una empresa

- Avala la segregación por sexos y la separación. Se da facilidades a la escuela privada que separa a los alumnos por sexos, incluso con concesiones de suelo público. Y todo ello a pesar de las sentencias contrarias del Tribunal Supremo. Y se separa a los alumnos según su nivel o aptitudes, con la puesta en marcha de programas de mejora del aprendizaje y rendimiento en 2º y 3º de ESO y adelantando un año el acceso a la Formación Profesional Básica (a los 15) para el alumnado “con difícil progreso”.

- Menor autonomía de los centros. Se le quita poder de decisión a los consejos escolares y se le otorga al centro en la figura del director, que pasa a ser designado por la Administración.

- Marginación del Valenciano (o la lengua cooficial en cada caso), que no es una de las asignaturas troncales.

- Se sitúa la asignatura de Religión al nivel del resto. Mientras desaparece la polémica Educación para la Ciudadanía impulsada por el Gobierno de Zapatero, Religión pasará a computar a la hora de hacer media académica.

- Aparecen las 'reválidas'. Desaparece la selectividad pero se incorpora una evaluación externa, una reválida, al finalizar cada ciclo y el Bachiller, que evaluará al alumno. Un examen diseñado por la Administración que servirá para marcar, por ejemplo, marcar el acceso a la Universidad. Con ello, pierde fuerza la evaluación continua del alumno.

Recortes

La nueva Ley de Mejora de la Calidad de la Enseñanza se suma a los recortes que afectan a la Comunitat Valenciana en Educación y que sirven de argumento para los convocantes de las tres manifestaciones del jueves a las 18.30 horas (Alicante, IES Jorge Juan; Castellón, plaza María Agustina; y Valencia, plaza de San Agustín).

Aquí, las críticas se centran en el aumento de ratios, a 30 alumnos por aula en Infantil y Primaria; 36 en Secundaria; y 42 en Formación Profesional. La reducción de plazas de docentes, los barracones crónicos (800 en toda la Comunitat), la eliminación de las ayudas para libros en Primaria y Secundaria, la reducción de becas de comedor, las deudas del Consell en becas y a proveedores.

A todo esto se suman circunstancias chirriantes como que la consellera de Educación, Maria José Català, visite este martes la localidad de Canet d'En Berenguer para inaugurar el nuevo centro de Mas Camarena, contruido en suelo público, mientras no se ha dejado ver por las recientes aperturas de dos centros en la vecina localidad de Sagunto, un colegio y un instituto públicos, largamente reivindicados por la comunidad educativa.