La Lonja de la seda de Valencia, edificio declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996, ha quedado liberada este martes de la polución del tráfico rodado.
Desde primera hora de esta mañana, los maceteros dispuestos a lo largo de toda la avenida María Cristina y la plaza del Mercado marcan el único carril que ha quedado habilitado para la circulación de vehículos e impiden su acceso a las inmediaciones del monumento, al desviarlos hacia la avenida Barón de Cárcer por la calle Vieja de la Paja o hacia la plaza Doctor Collado por la calle Ercilla.
Según ha comprobado in situ eldiario.es, durante la mañana el tráfico se ha visto ralentizado de forma importante, aunque sin llegar a producirse grandes atascos.
La medida no ha estado exenta de polémica. Por un lado, varios colecivos vecinales pedían una actuación más ambiciosa y que la peatonalización fuera más amplia. Por su parte, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico que inicialmente tenía serias dudas por los problemas de accesibilidad que se podían producir de cara a los proveedores, finalmente se ha mostrado favorable a la actuación.
Por último, han sido los vendedores del Mercado Central los que más disconformes se han mostrado. De hecho, se manifestaron el pasado viernes para exigir que se aplazara la medida hasta la apertura del párking de la plaza Ciudad de Brujas que consideran esencial para evitar atascos y garantizar la accesibilidad al recinto comercial. También solicitaron, sin éxito, que se mantuviera la avenida María Cristina con dos carriles de circulación.
Al respecto, el presidente de los vendedores, Francisco Dasí, ha lamentado que no hayan tenido en cuenta estas reivindicaciones: “Esperamos que las próximas medidas en materia de movilidad se tomen con el consenso de todos”.