El malestar (y el miedo a hablar) se instala en la Universidad Miguel Hernández de Elche por sus vínculos con el caso Cifuentes

“Pero no vas a decir mi nombre ni mi cargo, ¿no?”. Esta es la tónica general que se viene escuchando al personal docente y de administración de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche cuando se le pregunta por la polémica que afecta a esta institución pública.

“Espero que no lo cierren en falso, y que lleguen hasta el final”, afirma una profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas en alusión al anuncio del rector, Jesús Pastor, de anular la oposición a la que concurrió Rosario Tur y suspender su plaza de catedrática en Derecho Constitucional si se demuestra que se incumplió la ley del Régimen Jurídico del Sector Público.

Las pesquisas iniciadas por la UMH tratan de dilucidar si Enrique Álvarez Conde, director y tutor del máster de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos, mantenía una relación con Tur en julio de 2017, cuando participó como vocal en el proceso de promoción interna que permitió el ascenso de categoría de Tur.

“Si eso finalmente acaba ocurriendo, si a Charo –como todos la conocen- le acaban retirando la condición de catedrática, sería sin duda la primera vez que ocurre no solo aquí sino en cualquier universidad pública española”, señala otro profesor. “Sentaría un precedente interesante y la gente se lo pensaría dos veces antes de intentar cosas raras”, añade.

Este docente cree que “la sombra de la sospecha” ya está en toda la universidad ilicitana. “Ahora tenemos que defender que esas irregularidades no son frecuentes aquí”, explica una tercera profesora. “Es cierto que viene a ser habitual, por ejemplo, que el catedrático ayude a su gente de la escuela a progresar, como ha pasado con Charo”, esgrime. “Es que yo no me he explico cómo ha ascendido tan rápido de profesora titular a catedrática”, agrega el hombre. “Siempre ha existido en la universidad eso que se llama la relación con el maestro; si tienes un maestro, prosperas más rápido”, simplifica la primera.

Preguntando entre los empleados, también hay quienes defienden a Tur. “Esta es una universidad joven -1997- y es normal que designaran profesores titulares con rapidez”, argumenta una profesora amiga de Rosario Tur, en relación al comentario tantas veces escuchado de que ha tenido “un ascenso meteórico”. “Bueno, yo he perdido la cuenta de los años que llevo para ser titular -replica otro- y siempre alegan falta de fondos económicos”.

El entorno de la profesora y doctora en Derecho entiende que “no se le puede juzgar todo su trabajo por un error”. Aclaran que “en ningún momento se le ha regalado el título de catedrática” como van diciendo. De hecho, explican que para optar a la cátedra, es condición necesaria ser acreditado previamente por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA). “Ella ya era catedrática; el error ha sido en la convocatoria para optar a la plaza de funcionario”, justifican. ¿Error? “Sí, esto ha sido un error como otro cualquiera”.

Estudiantes y CCOO

¿Y qué opinan los estudiantes? Entre el alumnado consultado también está extendida la opinión de que “Tur es buena profesora” y “muy trabajadora”. No obstante, también se oyen comentarios como que “su ambición por ascender en el cargo tan rápido le ha pasado factura como a Cifuentes el hecho de tener títulos académicos”.

La delegada de estudiantes de la UMH comparte la decisión del rectorado de abrir una investigación. “Cuando nos ponen de nota un 4,9 nos suspenden y no hay negociación posible, así que si ha cometido alguna irregularidad, tendrán que retirarle la cátedra”, asume Bárbara Espinosa. “Nos preocupa mucho la imagen que está dejando de la universidad todo esto”, reconoce también en relación al caso Cifuentes. “Lo que pedimos es que no se devalúen nuestros títulos, que no parezca que sacarse un carrera es cualquier cosa cuando los estudiantes nos esforzamos en pagar nuestras matrículas, estudiar mucho y trabajar por nuestro futuro”.

Por su parte, la sección sindical de Comisiones Obreras (CCOO) de la UMH también aplaude en una circular enviada a finales de semana a la comunidad universitaria “la postura rotunda” del rector para aclarar las dudas que suscita el papel de Álvarez Conde en el tribunal. Asimismo, en el mail desliza que esta polémica se podría haber evitado: “Hemos insistido ante el rectorado en mayo pasado en la necesidad de la revisión de la conformación de los tribunales de alguno de los concursos para la provisión de plazas de profesorado”. Preguntada CCOO si tenía indicios de este caso, ha respondido que no, “las sospechas que tenemos son en general”.

Sin embargo, de lo que parece que no quiere hablar la dirección de la UMH es sobre el control que tanto Álvarez Conde como Rosario Tur han venido haciendo de la contratación de profesores asociados y personal docente en el área de Derecho Constitucional de esta universidad que ha desvelado eldiario.es.

Esta es una de las preguntas parlamentarias que Compromís ha lanzado esta semana a la UMH, cuyo gabinete de Comunicación ha declinado responder a este medio. La coalición valenciana también ha reclamado a la institución académica la tesis de Francisco Camps, acusado de plagiar a Rosario Tur su trabajo, siendo ella la secretaria del tribunal que juzgó la tesis. Tampoco ha sido posible contactar con Tur.