“La maquinista, al ver que el incendio cada vez estaba más cerca de las vías, paró el tren y contactó con el puesto de mando para comunicar la situación y solicitar el retroceso a Caudiel. Esa fue la primera noticia que tuvo el puesto de mando de que el fuego estaba ya casi en las vías. La maquinista pidió a los viajeros que no bajaran del tren ya que iba a iniciar la maniobra de retroceso, por lo que cambió de cabina. Algunos viajeros, presos del pánico, se amotinaron y accedieron para salir por la puerta de la cabina, que no está bloqueada”.
Esta es la versión de los hechos que trasladó este jueves la maquinista del tren que quedó atrapado en el incendio de Bejís, entre Masadas Blancas y Barracas, al Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (SEMAF), del que es afiliada, tal y como han informado fuentes de la organización a elDiario.es. Precisamente la trabajadora prestó declaración de lo ocurrido ante la Guardia Civil, dentro de la investigación que hay abierta para esclarecer los hechos.
Las mismas fuentes han explicado que, según les trasladó la conductora del convoy, “tardó unos minutos en iniciarse la marcha ya que algunos de los viajeros que estaban muy asustados activaron la alarma, que es un frenado de emergencia, la cual después se tiene que reponer para poder continuar la marcha”.
Además, han comentado, “lo mismo sucedió cuando lograron abrir una de las puertas laterales del tren, lo que hace que se pare y que no se pueda reiniciar la marcha hasta que se cierren, o cuando tras la invasión de la cabina dejaron una maleta sobre el pedal del hombre muerto, que es otro freno de seguridad”.
El sindicato ha afirmado, siempre en base a la versión de la maquinista, que “toda esta situación de pánico lógica por la cercanía del fuego retrasó la puesta en marcha del tren”, y han añadido que “una vez salieron del convoy algunos de los viajeros que estaban muy asustados, se pudo poner en marcha de nuevo para regresar a Caudiel”. “De hecho”, agregan, “en el trayecto de regreso se fueron recogiendo a algunos de los viajeros que habían huido”.
Desde el Semaf han hecho hincapié en que “la maquinista en todo momento pidió a la gente que no bajara del tren porque había riesgo de quemaduras, como así sucedió por desgracia a algunos de los viajeros”.
Según la versión de una de las viajeras, la maquinista detuvo la marcha e intentó accionar la palanca para volver en sentido contrario y retroceder y, al no poder, salió corriendo hacia la locomotora de atrás. Pero el tren se bloqueó dos veces y la conductora “perdió los papeles por completo” y comenzó a decir que no sabía qué hacer, que el vehículo estaba bloqueado y esperaba órdenes.
De acuerdo con su relato, fue la maquinista la que accionó la palanca ante la petición de los viajeros “para poder escapar corriendo, al menos los que teníamos la posibilidad de salir”. En ese momento, salió un grupo de personas, todas jóvenes, que saltaron a las vías y corrieron en dirección contraria al fuego.
Sin interventores a bordo
El sindicato Comisiones Obreras ha remitido una carta al Ministerio de Transportes y a Renfe en la que denuncian la ausencia de interventores en algunos trayectos, dejando toda la responsabilidad de lo que sucede en el convoy a la maquinista.
Según la misiva, “se viene produciendo con cierta asiduidad la puesta en circulación de trenes de viajeros de Renfe, tanto en el Área de Servicios Públicos de Media Distancia como en el Área de Servicios Comerciales, sin que a bordo de dichos trenes preste servicio el personal de comercial (intervención) de Renfe Viajeros: supervisores de servicios a bordo u operadores comerciales”.
La carta hace referencia en este sentido al incidente del tren atrapado en el incendio de Bejís: “La misma tarde del día 16 de agosto fatalmente se produjo un incidente, relacionado con el incendio activo en la zona de Bejís –provincia de Castellón–, en un tren de Media Distancia de Renfe que cubría el trayecto entre València Nord y Zaragoza Miraflores, sin que en dicho tren prestase servicio personal de comercial (intervención) de Renfe Viajeros. Al llegar las llamas a las inmediaciones de la traza ferroviaria, se desató el pánico entre los viajeros, y algunos abandonaron el tren cuando este se había detenido en plena vía, entre las estaciones Masadas Blancas y Barracas, antes de retroceder a Caudiel. Como consecuencia de ello, hay tres personas en estado grave por quemaduras y más de una decena de carácter leve”.
El documento añade que “por suerte, y aun siendo graves, las consecuencias no fueron mayores pues la actuación diligente y profesional de la maquinista, al requerir que los viajeros no bajaran del tren y al efectuar el cambio de cabina con gran rapidez para hacer el retroceso a Caudiel, evitó que se registraran más daños personales, ya que la mayoría de los viajeros permanecieron en el interior del tren y no resultaron heridos, pero entendemos que la presencia de personal de intervención en ruta en casos como este es de vital importancia para evitar consecuencias mayores”.
También desde el SEMAF han advertido que con personal comercial a bordo la situación hubiera sido más fácilmente controlable a la hora de ofrecer información y tranquilizar al pasaje, mientras la maquinista hubiera podido realizar mejor su función.
Fallo de coordinación entre Emergencias, Renfe y Adif
Tanto desde CCOO como desde el SEMAF han avalado la versión de Renfe y Adif al afirmar que los protocolos establecen que cuando hay una emergencia que pueda afectar a las vías de algún servicio es el organismo responsable de la gestión del incidente el que debe avisar a Renfe y a Adif para que se interrumpan las circulaciones, algo que en este caso sucedió unos 20 minutos después de adentrarse el tren en el foco del incendio.
Según esta versión, era el puesto de mando avanzado vinculado a la Agencia Valenciana de Emergencias dependiente de la Conselleria de Justicia el que debía haber lanzado el aviso.
Al respecto, el presidente del Gobierno valenciano, Ximo Puig, comentó este jueves que está a la espera de “un informe riguroso y lo más delimitado posible” por parte de la dirección del dispositivo del incendio forestal de Bejís (Castellón) para saber lo sucedido en el incidente del pasado martes en un tren de la zona, donde hubo varios heridos, algunos con quemaduras graves al aproximarse el convoy a la zona del fuego, y “por qué en cada momento se adoptaron decisiones”.
Puig admitió que pudo haber “algunas cuestiones” en el tránsito de la información por la rapidez con la que cambió el viento. De hecho, apuntó que cuando él salió del Centro de Coordinación de Emergencias en L'Eliana (Valencia) a las 14.45 horas no estaba prevista la evacuación de Bejís y “antes de llegar” al Palau de la Generalitat en València se decidió que sí. Sin embargo, no se dio aviso a Renfe y a Adif del agravamiento de la situación y su posible afección a las vías de la línea València-Zaragoza, quedando el tren atrapado a las 18.20 horas.
Hasta este miércoles, seis de las personas que resultaron heridas un día antes tras abandonar un tren de media distancia que se había detenido debido al incendio de Bejís (Castellón) permanecían hospitalizadas, cinco de ellas con quemaduras en el Hospital La Fe de Valencia, de las que tres estaban graves, y la sexta en el General de Valencia.