No tire el envase. Le devolverán 10 céntimos por cada uno. La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha anunciado este miércoles, en el Consejo de Participación de Medio Ambiente, la puesta en marcha de un proyecto para el retorno de envases y su reutilización que implicará la implantación de una tasa que hará que los usuarios puedan recuperar 10 céntimos por cada botella o recipiente que devuelvan a los comercios. Por su parte, los comerciantes recuperarán dos céntimos por envase.
Se trata de seguir, como explica la consellera, Elena Cebrián, de aplicar una política que “considere los residuos como recursos o materias primas”, algo que ya ocurre en países como Alemania o Dinamarca y que en España están ensayando varias ciudades y comunidades autónomas como Cataluña.
El secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Àlvaro, ha explicado que la medida tendrá efectos positivos en la reducción del impacto ambiental que ocasionan los recipientes en el medio ambiente, y en especial con motivo de “grandes celebraciones”.
Según los datos de la consellera Cebrián, cada día acaban en un vertedero o “en las calles, campos y playas”, cinco millones de envases en la Comunidad Valenciana. Cada año se arrojan 60.000 toneladas de material que valen 12 millones de euros. El sistema, que empezará por la elaboración del marco normativo y un periodo posterior de adaptación de la logística y los medios, no tendrá coste alguno para la Generalitat Valenciana y premiará a los usuarios y comerciantes que apuesten por el retorno.
Así, según el departamento de Medio Ambiente, una tienda de barrio que gestione 150 envases diarios podría recuperar unos 1.000 euros anuales. En un año, el comercio de la Comunidad Valenciana podría llegar a obtener 36,5 millones de euros.
Elena Cebrián asegura que se trata de una medida, cuya implantación se llevará a cabo durante la legislatura, destinada a cambiar la cultura cotidiana sobre los envases y su reutilización. En Alemania, comenta, se ha llegado a dar el caso de que una botella de refresco, cuya reutilización se señala con un punto, haya contado hasta con 18 retornos. “El 70% de los envases de bebidas y otros recipientes no va a los contenedores verdes o amarillos”, señala Cebrián, para quien la implantación de medidas que cambien los hábitos en el sentido de la “economía circular” que propugnan las directrices europeas es fundamental.