El primer gran incendio forestal de la primavera en España, iniciado este jueves al interior de Castellón, sigue descontrolado y, además de haber obligado ya al desalojo de unas 1.500 personas entre esa provincia y Teruel, ha arrasado 4.000 hectáreas tras haber cogido aún más fuerza este viernes. Se trabaja desde el aire para intentar que no avance hacia la Serra d'Espadà, en el flanco derecho. De momento, los trabajos de esta madrugada han conseguido que el fuego no se extienda hasta la carretera.
La consellera de Justicia de la Comunitat Valenciana, Gabriela Bravo, ha informado en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) de la evolución del incendio. Con un perímetro de 40 kilómetros, el incendio está en una fase “crítica” y, según Bravo, ahora se ha “encajonado” en el barranco de Maigmona, donde incluso ha puesto en peligro la vida de algunos miembros de los equipos de emergencia desplegados en la zona.
Según ha explicado, las llamas avanzan por el flanco derecho en dirección a Montanejos y ha dado el salto al barranco, uno de los temores de los miembros del equipo de extinción.
Sin embargo, Bravo ha precisado que “no avanza con tanta velocidad” como ocurrió en los incendios del pasado verano en la Comunitat Valenciana, y ello favorecerá los trabajos para poder frenarlo, que se van a realizar sobre todo por aire por los problemas de visibilidad que está provocando el humo.
Se ampliarán los medios terrestres con refuerzos procedentes de Murcia -que también ha facilitado un medio aéreo-, de los consorcios provinciales de Castellón y Alicante y de los ayuntamientos de Castellón y Valencia, que posibilitarán que más de 500 personas trabajen sobre el terreno.
“Hay que ser prudentes porque el fuego sigue avanzando; tenemos ese flanco derecho que pone en riesgo la Sierra de Espadán y no puedo avanzar mucho más”, ha señalado la consellera.
Bravo ha afirmado que la situación del incendio “sigue siendo crítica” pero confía en que las condiciones meteorológicas de esta tarde, en la que se espera más humedad, sobre todo hacia la noche, favorezcan que la llama no avance con tanta velocidad y se contenga el fuego.
La consellera ha informado asimismo de que en este momento no se contemplan nuevas evacuaciones, aunque no se descartan si el incendio ampliara el frente y pudiera poner en riesgo otras poblaciones.
“Tenemos que ver cómo va avanzando la tarde, si la meteorología ayuda la estrategia es actuar con medios aéreos porque está en un barranco con mucha profundidad y combustible”, ha precisado, al tiempo que ha indicado que se actuará en consecuencia a la evolución del incendio, que hasta ahora no ha afectado a ningún núcleo urbano.
1.500 personas evacuadas
Respecto a las personas evacuadas por el incendio, unas 1.500 según los últimos datos, ha señalado que van a tener que estar fuera de sus casas las próximas 24 o 48 horas como medida preventiva. “Son situaciones difíciles pero tenemos que tomar medida para proteger vida de las personas”, ha manifestado.
En cuanto a las hectáreas afectadas, ha indicado que podrían alcanzar ya entre las 3.500 y 3.800 hectáreas, en un perímetro de unos 30 kilómetros.
Por último, ha informado de que esta noche se realizarán vuelos con drones y medios terrestres vigilarán la zona del incendio que se encuentra más controlada, que es la que linda con Aragón y donde se inició el fuego, en Villanueva de Viver, para asegurar que se no se vuelva a activar la llama.
Cruz Roja de Castellón ha informado asimismo de que los núcleos poblacionales evacuados hasta ahora han sido Fuente la Reina, Los Calpes, Los Cantos, La Monzona, Puebla de Arenoso, Montanejos, Montán y Arañuel, y hay 105 personas reubicadas en los albergues de Segorbe (99 evacuados) y Onda (6).
Por otra parte, la Guardia Civil ha informado del corte de la carretera la CV-20, en el kilómetro 42, en el término municipal de Cirat.
“Un paisaje aterrador”
El incendio está dejando “un paisaje bastante aterrador” y lágrimas entre el vecindario de los municipios desalojados, que viven con incertidumbre, pena y angustia el avance de las llamas y, aunque están agradecidos de que no haya habido víctimas humanas, lamentan que lo peor es la pérdida de su entorno natural, “la única herencia” que podían dejar.
Según la Cruz Roja, el albergue de emergencia montado en Onda se ha cerrado ya y en el de Segorbe no queda ya nadie alojado, con lo que queda como punto de estancia de día y manutención para unas 80 personas.
El ingeniero forestal y profesor de prevención y extinción de incendios forestales de la Universitat Politècnica de València Rafael Delgado ha explicado a EFE que la meteorología desfavorable por la subida de las temperaturas, la sequía, el abandono de las zonas rurales y el aumento de la densidad de las masas forestales son factores que están contribuyendo a los incendios y a su mayor virulencia.
A su juicio, ante este panorama, era de esperar que el fuego se propagara muy rápido, ya que en las primeras horas del incendio se abrió un flanco importante, avivado este viernes por el viento de mistral que lo ha convertido en un frente ya muy amplio, y alerta del riesgo de que el sábado cambien el viento y “lo que hoy es cola pase a ser cabeza”.