La Confederación del Júcar enmarca la bronca por el agua de l'Albufera en una “batalla política” por las elecciones europeas
El PP valenciano alienta una nueva guerra del agua, esta vez a costa del Parque Natural de l'Albufera. Los populares han abierto otro frente desde el Ejecutivo valenciano contra el Gobierno central en vísperas de la campaña para las elecciones europeas a cuenta de la falta de agua en el lago. El Gobierno que dirige Carlos Mazón amenaza con presentar un recurso contencioso al ministerio que dirige Teresa Ribera, cabeza de lista del PSOE este 9 de junio, mientras los populares en las Corts Valencianes impulsan una propuesta para su reprobación, acusando a la ministra socialista de mentir e incumplir con las aportaciones de agua que necesita la laguna.
L'Albufera, que en el último año ha sufrido las consecuencias del cambio climático de manera evidente, no cuenta con el agua necesaria para garantizar un buen estado. Es “el peor año hidrológico en los últimos 23 años”, según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo. El responsable del órgano certifica que se han realizado las aportaciones de agua necesarias al Parque Natural, cifradas en 50 hectómetros cúbicos, pero asegura que no se puede garantizar que haya llegado a la laguna y eso es competencia de la Generalitat Valenciana.
Polo enmarca el conflicto en una “batalla política” a las puertas de las elecciones europeas, donde la ministra es la cabeza de lista del PSOE. Para él, es “evidente que se está tratando de generar una batalla política con un asunto que debería dilucidarse en el ámbito puramente administrativo”. Así, ha lamentado que se “ponga en duda” el trabajo de los funcionarios y “los datos que facilitan usuarios y comunidades regantes”. “Esto no tiene que ver con Teresa Ribera, no tiene ningún poder de decir qué se hace con el agua” y “cualquier polémica debe ser resuelta entre la CHJ, la Generalitat y el Ayuntamiento de València”, ha concluido el responsable de la confederación.
El Gobierno valenciano insiste en alimentar la contienda acusando directamente a la ministra de Transición Ecológica. “El Gobierno central pone en riesgo la Albufera”, ha censurado la consellera de Medio Ambiente, Salomé Pradas, que ha remitido un requerimiento para que se cumpla el caudal ecológico y acusa al Ejecutivo de “inactividad negligente”. El Consell asegura que los informes técnicos concluyen que no se cumple con el nivel de agua mínimo que necesita la laguna y culpan al Gobierno central y le acusan tanto de “trileros” como de “cambiar el discurso”.
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la alcaldesa de València, Maria José Catalá, insisten en que se pone en peligro “la supervivencia ecológica del lago”, cuando “no es una broma como para estar con acusaciones de usted miente”, y urgen a Ribera a aclarar las aportaciones que “a nadie le constan”. Mientras, el grupo popular en las Corts Valencianes ha presentado una moción para reprobar a la ministra socialista por “incumplir la palabra dada”.
Caudales ecológicos
Según ha detallado la CHJ, el reparto de agua desde el pasado octubre se ha producido así: 14,54 hectómetros cúbicos a través de la acequia de Favara, 3,5 de la acequia del Oro, seis de la Acequia Real del Júcar y 26,17 de la de Sueca. El plan hidrológico establece 20 hectómetros cúbicos de aportes ambientales, 10 hectómetros cúbicos del sistema del Júcar y otros diez del Turia. Indica la confederación que no existe una conducción directa del agua desde los ríos al lago, sino que se realiza por las acequias y depende de los regantes, por lo que “es imposible medir” los recursos que llegan finalmente desde el organismo de cuenca. Se mide lo que llega a las acequias y éstas no tienen otro camino que el lago, señala. “Cuando se dice que la Confederación Hidrográfica del Júcar miente en sus datos, ¿mienten los regantes? No creemos que los regantes mientan”, insiste el responsable tras las críticas de la Generalitat Valenciana.
Las organizaciones ecologistas implicadas en la gestión del parque natural recalcan que advirtieron en las alegaciones presentadas al Plan Hidrológico, que entró en vigor en enero de 2023, “que los caudales ambientales de l'Albufera no eran suficientes y, sobre todo, que no estaban garantizados los requerimientos hídricos fijados en 210 hectómetros cúbicos. Solo los 14’5 hectómetros cúbicos procedentes de la modernización de la Acequia Real eran reales, un 7% del total que se ha estimado necesario para la buena salud de l'Albufera”. Además, reclaman que los requerimientos hídricos ambientales que necesita la laguna se incluyan en el plan de gestión de este espacio, necesario para pertenecer en la red Natura 2000, un documento obligatorio desde hace años que aún no tiene, “incumpliendo la normativa europea”.
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