El pasado viernes 29 de julio, el ministerio para la Transición Ecológica publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio de la demarcación de Costas en Valencia por el que se somete a información pública el proyecto de 'Extracción de arena en aguas profundas de Valencia y transporte para alimentación de playas y estudio de impacto ambiental', así como su estudio de impacto ambiental.
Este “megaproyecto”, que cuenta con un presupuesto de 1.147 millones de euros, promueve el depósito de 12,4 millones de metros cúbicos de arena procedentes de la costa de Cullera en 16 playas desde Sagunto (Valencia) hasta Pilar de la Horadada (Alicante), “algunas de ellas situadas a 220 kilómetros del punto de extracción”, tal y como denuncian Ecologistes en Acció, quienes añaden que también se proyecta la extracción de 54 millones de metros cúbicos adicionales en otras actuaciones de regeneración “que no se explicitan”.
Los ecologistas consideran que este proyecto es un “despilfarro” económico que además tendría impactos ambientales “severos y críticos” sobre las praderas de posidonia oceánica “existentes alrededor de las playas del Puerto y el Mojón en Pilar de la Horadada, playa de San Juan en Alicante, playa de Marineta Casiana en Dénia y en el tramo de costa comprendido entre el puerto de Dénia y el Río Girona”.
Impacto en los recursos pesqueros
Así mismo, también advierten de los efectos de esta actuación en los recursos pesqueros del litoral valenciano. Concretamente, ese proyecto “impactará sobre los recursos pesqueros alrededor de la zona de extracción de los 66,4 millones de metros cúbicos de arena a extraer en total (el yacimiento tiene una superficie de 26 km² frente a las costas de Cullera), ya que la zona de deposición de los finos ocupará una superficie entre 165 y 230 km², enturbiando el agua y haciendo que los bancos de peces abandonen esa zona”. En la zona hay tres puertos pesqueros (València, Cullera y Sagunto) y existe la Zona Protegida de Interés Pesquero 3 Puerto Sagunto-Cabo Cullera, declarada mediante el Decreto 219/1997, del Consell. El Estudio de Impacto Ambiental “reconoce la afección a tres caladeros de pesca, con un 90% de afección al caladero de Les Maricueces”.
La extracción de arena supone “la destrucción del hábitat marino y de la desaparición de toda la comunidad bentónica de seres vivos (poliquetos y moluscos principalmente) que son fuente de alimento para los peces”. El proyecto, indican desde Ecologistes en Acció, impactará sobre siete espacios naturales marinos protegidos de la Red Natura 2000: L'Albufera, Cabo Roig, Montgó, Cap del Horta, L’Almadrava, Marina Alta y franja litoral sumergida de la Región de Murcia. En el caso de L'Albufera la pluma de finos puede llegar a menos de 2 kilómetros.
Nueva declaración de impacto ambiental
La declaración de impacto ambiental (DIA) de octubre de 2013 favorable para un proyecto similar a éste tramitado en 2010 “se considera caducada y no vigente, según la normativa ambiental” al haber transcurrido más de seis años sin que ese proyecto haya sido ejecutado. Por eso es necesaria una nueva DIA.
Este nuevo proyecto, “a diferencia del anterior”, incluye el transporte de la arena extraída a las dieciséis playas que se pretenden regenerar y “cambia el método de extracción”, ya que en esta ocasión “se permite la operación de rebose de la cántara en el punto de extracción para la eliminación de finos”. Es decir, la dispersión de los finos “se producirá en el punto de extracción y en menor medida en las playas”, apuntan.
Los ecologistas denuncian que la “sinrazón” de ese “megaproyecto desmedido” se concreta en las distancias a las que se prevé transportar la arena extraída en el yacimiento, que llegará a los 150 km en el caso de la parte meridional de la playa de San Juan en Alicante ciudad y los 220 km en el caso de las playas de Pilar de la Horadada, con un coste de transporte, en este último caso de 29 euros por cada metro cúbico transportado.
Para Ecologistes en Acció, el gasto de casi 1.150 millones de euros en este proyecto supone “un total despilfarro de recursos, teniendo en cuenta la situación de crisis social, económica y emergencia climática que vivimos, y la escasa duración de la arena depositada en las playas regeneradas, que tras los próximos temporales marinos será devuelta al mar sin duda”.