El creciente número de alquileres turísticos, que se han multiplicado en un tiempo récord, se ha convertido en uno de los principales desafíos para el Consell y las ciudades de la Comunitat. Según la Agencia Valenciana de Turismo, sólo este último año, se ha conseguido hacer aflorar 2.500 apartamentos turísticos en la provincia de Castellón que, hasta la fecha, actuaban de espaldas a la regulación.
La Generalitat apuesta por la regulación de este tipo de prácticas y así lo demuestra la iniciativa que, desde Turisme de la Comunitat Valenciana y la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), han puesto en marcha un plan de inspecciones con el objetivo de acabar con el intrusismo y el fraude. La campaña está dotada con más de 101.700 euros, aportados en su mayoría –un 90%- por Turisme.
En la provincia de Castellón el número de apartamentos turísticos registrados ha pasado de los 9.811 de 2015, a los 14.159 actuales, absorbiendo ya un tercio de los turistas que eligen la provincia para sus vacaciones. Bajo la nueva regulación para los alquileres turísticos, los ayuntamientos tratarán de crear un listado municipal de todas las viviendas reguladas de cada localidad.
La necesidad de regular una práctica que camufla la desregulación salvaje bajo una supuesta colaboración, se ha demostrado cada vez más acuciante. En la ciudad de Valencia, la aparición de este tipo de alquileres turísticos –la mayoría de ellos en una situación de alegalidad- parece estar directamente relacionada con un espectacular aumento del 42% en el precio del alquiler.