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Las raíces republicanas del rugby: “Emulaban la modernidad”

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“Somos padre e hijo que a veces hacemos cosas juntos y a los dos nos encanta la historia cultural del deporte”. Así explica Víctor Agulló, profesor de Sociología de la Universitat de València el tándem que forma con su progenitor Recaredo, catedrático de francés jubilado, que ha propiciado la publicación de Los orígenes del rugby en Valencia (Consell Valencià de Cultura, 2022). Víctor Agulló Aguilar (1911-1997), padre y abuelo de los autores, era miembro de la Federación Universitaria Escolar, la potente organización estudiantil republicana que dinamizó el rugby en España, un deporte introducido en Catalunya por la influencia francesa. El estudio es una “especie de libro sobre la generación de los amigos de mi abuelo y la transmisión generacional”, explica Víctor Agulló.

Los autores han investigado el papel de la FUE en la popularización del rugby en Valencia: “Eran atletas integrales, jóvenes con el espíritu del higienismo y el contacto con la naturaleza que recogían el testimonio de la Institución Libre de Enseñanza”, argumenta Agulló, especializado en sociología del deporte. El rugby, nacido en Inglaterra y tremendamente popular en Francia, ya se practicaba en Barcelona y Madrid, y en menor medida en Valencia, cuando la sección deportiva de la FUE decide en septiembre de 1930 potenciarlo en la capital del Turia de la mano de Antonio Moscardó. “Emulaban la modernidad”, dice Agulló.

El primer partido, celebrado el 10 de mayo de 1931 (poco después de la proclamación de la II República), enfrentó al equipo de la FUE contra el Barcelona University Club en el viejo campo de Mestalla. Los catalanes barrieron a los estudiantes valencianos por 22 a 8 puntos. “Muchos de ellos eran estudiantes de Medicina, era un ambiente universitario de la burguesía ilustrada en el que la FUE en Valencia tuvo mucha fuerza”, relata el sociólogo. Además de la incipiente participación de las mujeres en el deporte valenciano, Agulló destaca la mezcla de disciplinas: atletismo, natación o hockey. “Encima lo hacían muy bien”, apostilla.

“Aquellos años fueron muy buenos para el deporte, llegaron a tener muy buen nivel y el rugby se desarrolló mucho en Valencia, ahora en la ciudad ya no hay tantos equipos”, señala el coautor del libro. Padre e hijo han rastreado en hemerotecas y archivos privados la trayectoria republicana del rugby, estableciendo así una cronología que sitúa el 15 de noviembre de 1931 la celebración del primer partido del equipo de la FUE fuera de la ciudad: en el campo de Chamartín de Madrid con ocasión del Congreso Extraordinario de la Unión Federal de Estudiantes Hispanos para la Reforma de la Enseñanza. Apenas dos meses después se constituyó la Federación Valenciana de Rugby. 

El libro recupera los nombres propios de la cultura republicana del rugby, tales como el médico Manuel Usano Martín (1909-1987), director de deportes de la FUE y jefe de sanidad de las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil, o el abogado Baltasar Bonet Coll (1914-1992), a quien el golpe de Estado del general Francisco Franco pilló en Barcelona, donde se disponía a participar en la Olimpiada Popular Antifascista.

Sin embargo, el personaje más singular que retrata la obra es Enrique Georgacópulos Teja (1912-1944), hijo de un cónsul de Grecia en Valencia y guardaespaldas del presidente Juan Negrín. Georgacópulos fue nadador, boxeador y un excelente jugador de rugby, “probablemente uno de los mejores de aquellos años”, señalan los autores del libro. “Enrique fue junto con Usano los que introdujeron el rugby en Valencia. Ambos estudiaban medicina y estimaban este deporte como uno de los más completos y nobles, a pesar de los enormes placajes a los que se sometían”, decía Víctor Agulló Aguilar sobre su amigo.

Georgacópulos fue asesinado en 1944, en el exilio francés, en un sombrío episodio de ajuste de cuentas entre las filas de la izquierda española. Víctor y Recaredo Agulló reproducen en su libro un manuscrito inédito de Georgacópulos sobre la introducción del rugby en España y su reglamento: “La mujer de su hermano ha conservado durante 83 años el documento que presentamos en el libro, en su máquina de escribir reproducía y adaptaba todo lo que venía de Francia”, explica el sociólogo.

“Mi padre”, continúa Víctor Agulló, “estaba sobre la pista del documento y con la ayuda de listines telefónicos tuvo la inmensa suerte de contactar con la mujer que lo había conservado”. “Es un testimonio importante sobre el nacimiento del rugby en el País Valenciano, cuando lo vimos no nos lo podíamos creer”, agrega. 

Los protagonistas de Los orígenes del rugby en Valencia tuvieron destinos inciertos. “A la mayoría de los de la FUE los mataron, se exiliaron o los encarcelaron, como a mi abuelo”, dice Agulló. El franquismo barrió con el esplendor atlético en una suerte de autarquía deportiva centrada en el fútbol. “A nivel deportivo es un desastre teniendo en cuenta que estábamos bastante bien en el conjunto de Europa. En muchas competiciones deportivas femeninas, como en atletismo, las mujeres tardan 30 años en poder competir”, recuerda el profesor Víctor Agulló, que destaca que el “aura de modernidad” que inspiraba el rugby “no entraba en el imaginario que construía el franquismo”.

“Lo perdieron todo”, abunda el autor, que reflexiona sobre la nefasta huella de la dictadura en el rugby: “En España sería otra cosa, no estaríamos al nivel de Francia pero sería una nación más potente”.

“Este es un libro de memoria democrática deportiva”, concluye Víctor Agulló.

“Somos padre e hijo que a veces hacemos cosas juntos y a los dos nos encanta la historia cultural del deporte”. Así explica Víctor Agulló, profesor de Sociología de la Universitat de València el tándem que forma con su progenitor Recaredo, catedrático de francés jubilado, que ha propiciado la publicación de Los orígenes del rugby en Valencia (Consell Valencià de Cultura, 2022). Víctor Agulló Aguilar (1911-1997), padre y abuelo de los autores, era miembro de la Federación Universitaria Escolar, la potente organización estudiantil republicana que dinamizó el rugby en España, un deporte introducido en Catalunya por la influencia francesa. El estudio es una “especie de libro sobre la generación de los amigos de mi abuelo y la transmisión generacional”, explica Víctor Agulló.

Los autores han investigado el papel de la FUE en la popularización del rugby en Valencia: “Eran atletas integrales, jóvenes con el espíritu del higienismo y el contacto con la naturaleza que recogían el testimonio de la Institución Libre de Enseñanza”, argumenta Agulló, especializado en sociología del deporte. El rugby, nacido en Inglaterra y tremendamente popular en Francia, ya se practicaba en Barcelona y Madrid, y en menor medida en Valencia, cuando la sección deportiva de la FUE decide en septiembre de 1930 potenciarlo en la capital del Turia de la mano de Antonio Moscardó. “Emulaban la modernidad”, dice Agulló.