El exvicepresidente de las Diputación de Valencia y exalcalde de Manises, Enrique Crespo, saqueó la depuradora de Valencia que operaba bajo la marca Emarsa hasta quedarse con casi 24 millones de euros.Lo hizo, según el juez y la Fiscalía, en connivencia con varios altos cargos de la empresa, que manipulaban al alza los costes de la empresa para recibir más dinero de la Generalitat que luego gastaban en casas, prostitutas, viajes y comilonas.
La acusación pública pide para Crespo y el resto de implicados penas de hasta 14 años de prisión por un delito continuado de malversación de caudales públicos y otro de prevaricación administrativa en combinación con falsedad en documento público y de documento mercantil. Fuentes jurídicas creen que su condena es más que probable “Las pruebas son contundentes”, dicen. Ahora bien, ¿Dónde está el dinero?
Alzamiento de bienes de libro
Los 24 millones supuestamente robados no aparecen, en lo que para las acusaciones particulares puede ser un “alzamiento de bienes de libro”. 375.000 euros se han volatilizado en restaurantes – pagaban hasta invitaciones a café con cargo al contribuyente- y otros 261.000 en hoteles de París, Varsovia, Lisboa, Munich, Bucarest o Andorra.
Al país de los Pirineos iban con la familia a esquiar. En la capital rumana y algunos hoteles de costa valencianos - en Benicàssim o Dénia- el gerente, Esteban Cuesta, se reunía con “señoras”, según el juez. Cuesta dice que eran traductoras; las acusaciones creen que eran prostitutas.
Otra parte del dinero está invertido en bienes inmuebles u oculto en bancos de Hong Kong, según El Mundo. Para intentar recuperar parte del botín, el juez ha imputado a Crespo y el exdirector financiero de Emarsa, Enrique Arnal, por alzamiento de bienes.
Según el magistrado, estos beneficiarios del saqueo se han deshecho de su patrimonio “con la única finalidad de eludir el cumplimiento de las responsabilidades que pudieran acompañar a una eventual condena”. Arnal, por ejemplo, tenía casas, coches, empresas y cuentas corrientes que desaparecieron con el inicio de la investigación.
Un premio de loteria bloqueado
Aunque sobre él pesa una fianza de 22 millones de euros, la justicia sólo ha recuperado 11.000 euros de un plan de pensiones. Como otros imputados, vendió sus propiedades a amigos o conocidos sin contraprestación alguna y ocultó el dinero antes ingresados en bancos. El caso de Crespo, caído en desgracia en el PP tras su imputación, también es paradigmático. Intentó ocultar un premio de 12 millones a la lotería traspasando el dinero a sus padres y hermano.
Ahora, tanto Crespo como su familia están imputados por alzamiento de bienes, por lo que la Fiscalía pide tres años de prisión para ellos. Los 12 millones están bloqueados en el banco a la espera de saber si, finalmente, deben ser destinados a reparar el saqueo al contribuyente del caso Emarsa. De momento, los ciudadanos son los paganos de la fechoría.