Era el año 2009 y el conflicto social en El Cabanyal estaba en pleno auge con el inicio de los derribos de varias viviendas adquiridas en su día por el Ayuntamiento de València.
La prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez a través del barrio marinero que implicaba la demolición de 1.600 casas, uno de los proyectos estrella de la entonces alcaldesa de València, Rita Barberá, empezaba a visibilizarse en el barrio con la entrada de las excavadoras a varios inmuebles de la calle San Pedro.
Sin embargo, la fuerte resistencia de la asociación de vecinos y de la plataforma Salvem, junto a otros colectivos, logró paralizar temporalmente los derribos, primero haciendo de escudos humanos entre las máquinas y los inmuebles, y después con diversos recursos judiciales.
Finalmente, fue la orden ministerial publicada por la ministra de Cultura de Zapatero, Ángeles González-Sinde, la que decantó definitivamente la balanza del lado de los residentes.
Su resolución tumbó definitivamente el plan de Barberá (quien contaba con la colaboración de Camps en la Generalitat) al considerar un expolio la ruptura de la trama urbana de El Cabanyal mediante la prolongación de la avenida.
Han pasado nueve años desde aquella victoria de las entidades vecinales sobre las mayorías absolutas populares en el Ayuntamiento y la Generalitat, pero la degradación del barrio aún no se ha revertido.
Así lo comprobó la propia González-Sinde en una visita que realizó el pasado lunes 9 de julio a El Cabanyal con el objetivo de conocer el proyecto 'CraftCabanyal: Bordando la Orden Ministerial' que llevan a cabo la asociación de vecinos y a la Plataforma Salvem.
Según ha comentado a eldiario.es tras haber recorreido las calles más degradas del barrio, la llamada zona cero, “es frustrante que no se haya avanzado más desde el año 2009, pero también es cierto que el PP estuvo casi siete más paralizando cualquier avance”.
La exministra socialista ha recordado que “el Gobierno aprobó un plan con fondos de 2009 a 2011 con voluntad de que se actuara en la recuperación del barrio, pero era casi imposible porque entre el Ayuntamiento y la Generalitat no se tramitaban los expedientes, fue desesperante”.
Así, Sinde ha pedido a los actuales gobiernos de izquierdas del Ayuntamiento y de la Generalitat “más agilidad en la resolución de los problemas de convivencia y de seguridad que denuncian los vecinos y en la rehabilitación y puesta a disposición de las 500 casas de propiedad municipal que están en estado de degradación”.
Sobre su visita al barrio, ha comentado que vio con esperanza “diversas viviendas en fase de rehabilitación” y que también se notaba “mayor limpieza en las calles”, así como avances “en la reurbanización de muchas de ellas”.
Para Sinde, “si se consigue salvar esa zona cero, se mejoran los problemas de convivencia y de seguridad, este puede ser un barrio muy agradable para vivir porque tiene grandes posibilidades”.
Además, ha añadido que “ahora que las tres administraciones tienen una misma tendencia es una oportunidad muy buena para dar el empujón definitivo que le falta al barrio”.
Sinde también ha querido reconocer la labor de las diferentes entidades vecinales: “se ha generado mucha conciencia de unidad y de trabajo, de la importancia del asociacionismo; las entidades vecinales han dado una lección de resistencia desde el civismo de los que no hay muchos ejemplos y es momento de que ese esfuerzo tenga sus frutos”.
Proyecto CraftCabanyal
El proyecto 'CraftCabanyal: Bordando la Orden Ministerial CUL/3631/2009 de 29 de diciembre para su cumplimiento', está siendo realizado por los vecinos y vecinas del barrio como signo de reconocimiento a la Orden Ministerial, la cual ha amparado y salvaguardado el patrimonio material e inmaterial del barrio Cabanyal - Canyamelar – Cap de França.
El bordado de la orden ministerial última acción artística del proyecto CraftCabanyal, es un homenaje a la Orden Ministerial y al mismo tiempo una acción que reivindica de su cumplimiento, así como un reclame para que el actual equipo de gobierno comience a tomar decisiones políticas que nos permitan visualizar cuanto antes signos de recuperación.
Para completar las 17 páginas que están siendo bordadas de la orden, la exministra ha puesto su firma en la ultima página para ser bordada.
González-Sinde ha comentado que incluso le gustaría “rodar un documental sobre la iniciativa del bordado de la orden”.